El expresidente de Bolivia Evo Morales aseguró este domingo desde Buenos Aires que su partido ha ganado las elecciones y que Luis Arce será el nuevo mandatario, poco antes de que un sondeo a boca de urna les diera como vencedores en primera vuelta, mientras se ralentiza el recuento oficial.
"Se ha producido una victoria del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP). Hermano Luis Arce, presidente, y hermano David Choquehuanca vicepresidente. Además, el MAS IPSP tendrá la mayoría de las dos Cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional, es una gran responsabilidad (...) 'Lucho' (Luis) será nuestro presidente", aseveró el ex jefe de Estado en una declaración a la prensa.
Un sondeo a boca de urna da ganador en primera vuelta al Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, en las elecciones de este domingo en Bolivia.
La encuesta de Ciesmori para las cadenas de televisión Unitel y Bolivision da un 52,4 por ciento de los votos al candidato presidencial del MAS, Luis Arce, con lo que sería el ganador al tener más del 50 por ciento de votos. A continuación quedaría Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana con el 31,5 por ciento, seguido de Luis Fernando Camacho de Creemos con el 14,1.
Con apenas el 4,93 % de las actas computadas, según el Órgano Electoral Plurinacional, la alianza Comunidad Ciudadana (CC), liderada por el expresidente Carlos Mesa obtiene el 50,71 % de los sufragios, seguido por el MAS IPSP, con el 32,95 %.
Ya por la mañana, en otra comparecencia, Morales comentó que "afortunadamente" su partido tiene su propio sistema de control electoral y que sus delegados harían el registro de cada acta en todas las mesas de votación.
“Hemos recuperado la democracia”
"Hoy hemos recuperado la democracia", dijo el político en su comparecencia, en la que criticó que las empresas encuestadoras no hubieran aún publicado los resultados a boca de urna, lo que le llevó a considerar, como escribió en Twitter poco antes, que se estaba "escondiendo el gran triunfo del pueblo representado por el MAS-IPSP".
Estas elecciones llegan un año después de que fueran anuladas las anteriores, en medio de denuncias de fraude a favor de la reelección de Morales, sobre quien pesan varias órdenes para comparecer por acusaciones de genocidio, terrorismo y sedición, que él niega.
Según dijo hoy, "muy pronto" Bolivia "empezará una nueva etapa de grandes desafíos" y llamó a "dejar de lado las diferencias" para lograr un "gran acuerdo nacional con partidos, empresarios, trabajadores y Estado" y superar así la "grave crisis" que enfrenta el país.
Exiliado en Argentina
"Juntos construiremos un país que deje de lado los rencores y que nunca se recurra a la venganza", agregó Morales, que en estos comicios no aspiraba a ningún cargo y vive en Argentina desde finales de 2019, cuando dejó la Presidencia y abandonó Bolivia denunciando un golpe de Estado.
Esa situación le impidió llevar adelante un cuarto mandato consecutivo, entre denuncias de fraude electoral a su favor que él siempre ha negado, y en la distancia ha ejercido como jefe de campaña de su partido.
En la jornada electoral de hoy, unos 7,33 millones de ciudadanos estaban convocados a votar, en el país -donde sufragar es obligatorio- y en el exterior, con Argentina como principal núcleo, donde estaban habilitados para votar 142.568 bolivianos.
Arce y Mesa, su principal adversario, partían como favoritos, con posibilidades de disputar una segunda vuelta que tendría que realizarse en noviembre próximo si ninguno alcanzaba los porcentajes suficientes para adjudicarse el triunfo en primera.