Más de cinco meses después de las elecciones del 28 de julio, Venezuela tiene que proclamar este viernes al presidente ganador de los comicios y el país se prepara para la toma de posesión de Nicolás Maduro, que según el chavismo, fue el vencedor, pero se encuentra expectante por las promesas de lo que se considera ganador legítimo, Edmundo González Urrutia, de qué estará en Caracas para ser investido presidente. La ceremonia de la proclamación tendrá lugar en el Palau Federal Legislativo de la capital venezolana a las 12 del mediodía hora local, las 17 horas en España. En las últimas horas, el gobierno de Maduro ha aumentado la represión, con detenciones de opositores y un gran despliegue militar y policial en todo el país dado que la crisis política se ha extendido en los últimos meses en las calles, con movilizaciones por parte de los partidarios de las dos facciones, y con manifestaciones como la celebrada este jueves en Chacao, donde la líder opositora Maria Corina Machado asegura que fue detenida durante más de una hora, mientras el chavismo lo niega.

El mundo mira hoy hacia Venezuela

La comunidad internacional está preocupada y esperando con máxima expectación estas horas previas a la ceremonia del juramento del cargo en la sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlado por el chavismo, a la espera de noticias sobre Edmundo González y si será capaz de entrar en el país para "tomar posesión" del cargo de presidente. Su retorno está rodeado de incertidumbre y especulaciones. Aunque asegura que llegará en Caracas para jurar el cargo, se desconocen los detalles de cómo planea hacerlo, y las posibilidades que consiga entrar al país son limitadas y arriesgadas, pues se enfrenta a una orden de busca y captura con una recompensa de 100.000 dólares ofrecida por la información que conduzca a su detención. Las autoridades venezolanas mantienen un fuerte dispositivo de seguridad con el fin de impedir la entrada de Edmundo González al país.

Apoyo de los presidentes latinoamericanos y de Trump

El opositor venezolano está acompañado por algunos expresidentes latinoamericanos que lo han acompañado en la gira internacional que ha mantenido en los últimos días y han expresado su apoyo en el intento de vuelta en Venezuela. Vicente Fox (México), Felipe Calderón (México), Laura Chinchilla (Costa Rica), Andrés Pastrana (Colombia), Jorge Quiroga (Bolivia), Mireya Moscoso (Panamá), Ernesto Pérez Valladares (Panamá) e Hipólito Mejía (República Dominicana) son los políticos históricos que están acompañando a Edmundo González Urrutia. Quieren ser una especie de escudo de protección que pueda dificultar la detención del presidente electo que consideran legítimo de Venezuela, que en las últimas horas ha recibido la buena noticia de que Donald Trump lo ha reconocido como presidente electo y ha asegurado que tanto él como Maria Corina Machado son "luchadores por la libertad" y que "no tienen que ser dañados y tienen que seguir seguros y vivos". Estos expresidentes latinoamericanos, junto con otros, forman parte del Grupo IDEA (Iniciativa Democrática de España y las Américas) y han manifestado su disposición a acompañar González Urrutia en su retorno prometido a Caracas para su propia investidura. Además, un total de 32 exmandatarios de América Latina han expresado su apoyo a González Urrutia, incluyendo Mauricio Macri, Iván Duque, José María Aznar, Mariano Rajoy, Luis Lacalle Pou y Julio María Sanguinetti.

Opciones vía aérea y terrestre complicadas

No es fácil que Edmundo González consiga su propósito de entrar en el país. Las opciones de entrar por vía aérea o terrestre son casi imposibles. El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Pau de Venezuela, Diosdado Cabello Rondón, ha amenazado con "neutralizar" cualquier avión no autorizado que intente ingresar en el país. Otra cosa es si serían capaces de hacer volar para los aires un avión donde estén a bordo González Urrutia y los presidentes históricos latinoamericanos, o si los aviones militares lo obligarán aterrizar para posteriormente detenerlos.

Es por eso que se especula que Edmundo González podría intentar una entrada "simbólica" en territorio venezolano, sea en aguas territoriales o en un espacio consular. Algunas fuentes sugieren que está decidido a entrar en Venezuela por cualquier medio posible, y  que si llega a entrar, o bien se deje detener voluntaria y dada su edad (75 años) confíe en cumplir un arresto domiciliario en vez de ir a la prisión. Otra opción sería que si llega a Caracas, intente refugiarse en una embajada dentro del país.

Temor a un enfrentamiento civil

La noticia de la posible detención también podría desencadenar una reacción de los millares de opositores al régimen y el enfrentamiento civil con los partidarios chavistas, con unas consecuencias que son temibles e imprevisibles. El régimen de Maduro ha entregado en los últimos días fusiles y armas a centenares de civiles (algunas fuentes hablan de medio millón) integrantes de los recientemente creados "cuerpos de combatientes", la mayoría adscritos a 31 instituciones públicas como PDVSA, ministerios, la vicepresidencia y asociaciones gubernamentales. Maduro justificó esta acción diciendo que hace falta "armar el pueblo" ante supuestas "amenazas" de grupos opositores y "mercenarios extranjeros".