Expertos en Ucrania ven con buenos ojos la amenaza de medidas económicas en Rusia del presidente de los EE.UU., Donald Trump, pero dudan de que pueda tener el efecto inmediato que Kyiv necesita para parar la pérdida de territorio en el frente. El que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo en Davos y ha hecho los últimos dos meses "es alinearse con las ideas de Trump, y creo que tiene un éxito absoluto", dice a Efe el experto en estrategia política israelí nacido en Rusia Mikhail Sheitelman, que vive en Kyiv y ha trabajado en el diseño y la ejecución de campañas y proyectos mediáticos en Israel y en numerosos países exsoviéticos.
Sheitelman hace referencia al discurso pronunciado esta semana en Davos en que Zelenski hizo suyas las tesis de Trump sobre Europa pidiendo a los líderes del continente que incrementen su inversión en defensa y en el desarrollo de tecnología para que la UE sea tenida en cuenta como acto global. La adopción de esta perspectiva por parte de Zelenski empezó incluso antes de la victoria electoral de Trump, a quien el presidente ucraniano ha alabado repetidamente por cualidades de que presume el mismo Trump como la fortaleza y la determinación.
Una prueba clara que la estrategia funciona, según Sheitelman, es que Trump haya amenazado por primera vez al presidente ruso, Vladímir Putin, con aplicar nuevas medidas económicas contra Rusia y haya advertido el presidente ruso de las consecuencias que pagará si no tiene disponibilidad a negociar.
Ucrania, dispuesta a ceder
Mientras que el Kremlin no ha bajado hasta el momento de sus exigencias de quedarse con las cuatro regiones ucranianas que declaró parte de Rusia el primer año de guerra, Zelenski se ha abierto completamente a una solución que implique renunciar a recuperar militarmente las zonas ocupadas y unas garantías de seguridad fundamentadas en la idea propuesta por el entorno de Trump de desplegar un contingente|cupo de soldados europeos en Ucrania.
"Zelenski está poniendo las cosas fáciles en Trump, que ha comprendido que el problema para detener la guerra está en Moscú", declara Sheitelman a Efe, que cree que la nueva administración en Washington podría dictar en el tercer aniversario de la guerra en febrero las primeras sanciones en Rusia con medidas dirigidas contra el sector del petróleo ruso.
La administración demócrata del ahora expresidente Joe Biden ya aplicó un arancel del 200% en el aluminio ruso que Trump podría extender en el níquel y el acero, señala Sheitelman. El mismo analista constata que no ve probable a corto plazo que la nueva Casa Blanca escoja dar un salto cualitativo a la ayuda militar a Ucrania como manera de forzar a negociar Putin.
Putin quiere librar una batalla final al Dombás
El ejército ruso se prepara para la gran batalla por el control del corazón del Dombás antes del comienzo de las negociaciones entre el Kremlin y Trump, que presiona Moscú con sanciones si no acepta poner fin a la guerra. "La realidad sobre el terreno" es el mantra de que repite una vez y otra el presidente ruso como punto de partida en unas futuras negociaciones de paz. En respuesta, el equipo de Trump, que incluye Marco Rubio, el nuevo secretario de Estado, ha sugerido a Kyiv que tendrá que hacer concesiones territoriales, ya que ve como imposible que recupere todas las regiones anexionadas por Moscú.
La realidad sobre el terreno es que Rusia controla en torno al 20% del territorio ucraniano, pero quiere más. Y es que Ucrania todavía es al poder de un tercio de la región de Donetsk (unos 7.000 kilómetros cuadrados) y el mismo se puede llamar de Jerson y Zaporiyia. La toma de Pokrovsk es la que marcará el éxito o el fracaso de la ofensiva que Rusia lanzó en la región de Donetsk en octubre del 2023.