Una explosión en una instalación militar de pruebas de reactores en Severodvinsk, en el norte de Rusia el jueves pasado ya ha provocado 7 muertos y varios heridos. Las autoridades de la provincia de Arcángel, donde se encuentra la base, y fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron que el incidente no había provocado contaminación radiactiva y que el nivel de radiación era "normal". Ahora, 6 días después, Rusia ha admitido un aumento del nivel de radiación y ha recomendado abandonar la zona.
El Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia Ambiental de Rusia (Rosgidromet) ha informado este martes de que los niveles de radiación en Severodvinsk habían aumentado considerablemente y por un tiempo corto después de la explosión accidental del motor nuclear de un misil de crucero, según ha informado la agencia de noticias rusa TASS. Este ha sido el primer reconocimiento de un hecho que ya había sido reportado por las autoridades municipales.
De esta manera, se havía aconsejado a los 450 habitantes de Nyonoksa, un pueblo a 30 kilómetros de Severodvinsk, –que habría sido el más afectado por el incidente por su proximidad a la base militar–, que abandonen el municipio a partir de este miércoles, cuando se hagan trabajos en el centro de pruebas de misiles nucleares donde pasó todo, según recoge la agencia privada rusa Interfax. Esta recomendación habría llegado después de que los rumores de una posible evacuación empezaran a circular a través de las redes sociales.
Guerra de informaciones
Ahora bien, según expone El Mundo, el gobierno habría dicho que la evacuación no tenía nada que ver con el accidente, sino que se debe a unas operaciones militares que finalmente ha decidido cancelar. Así pues, no habrá evacuación.
Esta pero no es la primera evacuación que habría tenido lugar en Nyonoksa. Sus habitantes acostumbran a ser desalojados a menudo ante ensayos y obras programadas, por su proximidad a la base. Así lo han recordado algunos expertos, informa Infobae. De esta manera resulta difícil saber si este es un caso de emergencia ambiental fruto de la radiación de los misiles.
Radiación alta
Ahora bien, a pesar del intento tranquilizador de las autoridades rusas, Rosgidromet registró niveles de radiación gamma (una de las más poderosas y peligrosas) que oscilaban entre 4 y 16 veces por encima de los valores normales, cuando se produjo la explosión, según comenta TASS. Los niveles volvieron a ser normales 90 minutos después.
Sin embargo, el mismo día del accidente, la jefe de defensa civil de Severodvinsk, Valentin Magomedov, anunció que sus equipos habían registrado tres veces el nivel permisible de 0,6 microsieverts por hora. En total, este hecho duró unos 40 minutos según este departamento y llevó a la población local a agotar las existencias de yodo, utilizado para contrarrestar los efectos de la radiación.
Las autoridades rusas aseguran que los sensores radiactivos detectaron un aumento y posterior disminución. El pico máximo fue de 0,11 microsievert por hora, no superando el máximo permitido de 0,60 microsievert. Así y todo, han decidido cerrar toda la zona afectada próxima al mar Blanco durante un mes, tiempo durante el cual ningún humano podrá pisar la zona. Por lo tanto, según la BBC, la zona estará cerrada al transporte civil hasta el mes que viene.