El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, ha sido imputado por un presunto delito de lesiones graves y amenazas coactivas contra la ex primera dama, Fabiola Yáñez, quien lo denunció por violencia de género. La decisión la ha tomado el fiscal federal Ramiro González, que está a cargo de la investigación abierta contra Fernández, y ha elevado la acusación de "lesiones leves" a "graves" producidas en el "marco de la violencia de género". En la legislación argentina, la imputación es el primer paso formal de una investigación. Con esta acusación, el procurador ha solicitado recaudar las primeras pruebas en el marco de la denuncia presentada a partir de fotografías y conversaciones encontradas por la Justicia en el teléfono de la secretaria de Fernández, como aparte de una investigación por presunta corrupción en la contratación pública.
Agresiones físicas y acoso psicológico
Al exmandatario argentino se le imputan los delitos de lesiones graves doblemente agravados por el vínculo con la víctima y por haberse producido en un contexto de violencia de género en perjuicio de su expareja, quien declaró este martes ante el fiscal González desde Madrid, donde reside actualmente. En su dictamen, el fiscal ha señalado que Yáñez "sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar" sobre una "relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio aumentada exponencialmente por la elección de Fernández como presidente de la Nación y el ejercicio del cargo" hasta diciembre del 2023, cuando fue relevado por Javier Milei.
Según el procurador, bajo "esta estructura de asimetría", Fernández "habría realizado diferentes comportamientos penalmente relevantes", entre ellos, obligar a Yáñez a abortar en 2016, "a través de un plan que constituyó la anulación, negación de la palabra, hostigamiento" por el cual la mujer se vio "coaccionada" para tomar esta decisión, "provocándole un mal psíquico irreparable". También ha indicado que el 12 de agosto de 2021 Fernández sujetó del brazo a Yáñez "provocándole las lesiones, la imagen de las cuales se observa en una foto enviada por Yáñez a María Cantero, secretaria del político peronista. Además, también ha señalado que en julio de 2021 Fernández, mientras se encontraba con Yáñez en la cama de la 'suite presidencial' de la residencia oficial de Olivos, y después de discutir, le dio "un puñetazo en el ojo", y que el 11 de agosto del mismo año, y después de otra discusión, lo entonces presidente argentino, "la sacudió de los brazos, provocándole una lesión en una de sus extremidades y la sujetó con sus manos por el cuello". En el mismo documento, se ha afirmado que al día siguiente, Fernández le propinó una patada en la barriga a Yáñez "conociendo que podría estar embarazada en aquel momento".
Violencia perpetuada
El fiscal Ramiro González ha asegurado que durante el primer semestre de 2023 "con habitualidad Alberto Fernández golpeaba con la mano abierta" a Yáñez, quien decidió engalanarse con su hijo, Francisco, nacido en abril de 2022, en la casa de huéspedes de Olivos, donde el exmandatario "entraba de manera violenta". El fiscal señala, por otra parte, que Yáñez relató que, mientras se encontraba en un viaje a Foz de Iguazú (el Brasil), le mostró a Ayelén Mazzina, entonces titular del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, fotos de los golpes que profirió y le dijo que se quería ir de la residencia de Olivos. Ante estas afirmaciones, la exministra se limitó a pedirle que la visitara en el Ministerio "sin tomar ningún tipo de medida conforme al rol que ejercía en este momento". En relación con esta cuestión, el fiscal ha decidido abrir una investigación paralela.
El fiscal también ha añadido que el 28 de junio Yáñez recibió una llamada de su entonces abogado, Juan Pablo Fioribello, a quien le sugirió no denunciar a Fernández. Yáñez, además, "refirió haber recibido mediante llamadas y mensajes de texto varios tipos de amenazas, tanto proferidas por Alberto Fernández como de terceros en las últimas semanas". El fiscal González propone avanzar sobre el entorno de la pareja presidencial para determinar si se produjo algún tipo de encubrimiento. Por su parte, Yañez ha destacado que en la residencia de Olivos trabaja casi un centenar de personas y eran muchas las que estaban al corriente de las agresiones de las cuales era víctima.