La presidenta del Parlamento Europeo, la conservadora maltesa Roberta Metsola, ha expulsado a una eurodiputada ultra por interrumpir la sesión a gritos con un bozal y una imagen de Cristo. Se trata de la rumana Diana Șoșoacă, una conocida antivacunas del partido S.O.S. Rumanía, que ha proferido gritos contra la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, y la ha acusado de "matar a gente".

Șoșoacă ha interrumpido la sesión de este jueves en varias ocasiones, con gritos contra Von der Leyen. No ha sido hasta la intervención de la líder de los liberales europeos, la francesa Valérie Hayer, cuando Metsola le ha advertido de que era la tercera vez que interrumpía el desarrollo normal del pleno y la ha instado a abandonarlo. "Mataste a gente y yo tengo derecho a hablar", ha gritado la eurodiputada ultra, que se ha resistido durante unos minutos ante casi una decena de ujieres que intentaban escoltarla fuera del hemiciclo.

 

"¿Cuántas personas hacen falta para acompañarla fuera? Creo que ha hablado suficiente", ha concluido la presidenta de la Eurocámara, después de ver como la rumana se resistía a abandonar la sala mientras invocaba la "libertad de expresión". Las reglas de la institución son claras y prevén que un eurodiputado sea expulsado si incumple de forma reiterada los estándares de conducta establecidos en el reglamento. Si tras varias llamadas al orden persiste la infracción, "se puede denegar al diputado el derecho a hablar y el presidente lo podrá excluir de la cámara durante el resto de la sesión".

Șoșoacă ha acusado a Von der Leyen de las muertes registradas durante la covid-19, que la eurodiputada ultra atribuye a las vacunas. Por ello también ha mostrado una gran bolsa negra de plástico que, según ella, se utiliza en su país para guardar los cadáveres, y simbolizar así los muertos por la pandemia. La imagen de Cristo que ha llevado debe de tener que ver con su intención de invitar a un sacerdote a consagrar sus oficinas porque en el Parlamento Europeo "se reúnen los demonios". El bozal simbolizaba la supuesta falta de libertad de expresión en la institución.

La respuesta de Von der Leyen

El incidente ha durado tan solo unos minutos, pero fuera del hemiciclo se ha acercado a un grupo de periodistas para mostrarles la imagen de Cristo y protestar por el hecho de que solo hubiera una candidata a la presidencia de la Comisión Europea. "Todos los rumanos dicen claramente que no quieren a Ursula porque es una criminal", ha asegurado, aunque en las últimas elecciones europeas el Partido Popular Europeo quedó en segunda posición —justo por detrás de los socialistas—.

Más tarde, Von der Leyen ha vuelto a intervenir y ha evocado la importancia del respeto al Estado de derecho, además de subrayar que este respeto "solo se puede construir unidos, superando las divisiones". "Es así, no gritando ni con faltas de respeto, sino con votos, como se puede conseguir", ha dicho, antes de concluir: "La polarización está al nivel más alto desde la Guerra Fría. Lo diré sin ambages: siempre defenderemos la libertad, pero no es quien más grita y quien menos respeto muestra quien más poder tiene. Es el respeto del Estado de derecho, el respeto, lo que nos une".

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