Después del resultado de las elecciones generales de Suecia del pasado 11 de septiembre, el país nórdico se encuentra inmerso en las negociaciones para formar gobierno, aunque no está claro quién formará parte. La novedad es que quien encabeza las negociaciones es Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado que ha quedado por detrás de la extrema derecha de los Demócratas de Suecia. Sobre el papel, el presidente del parlamento otorga al partido más votado del bloque ganador el encargo de formar un nuevo gobierno. Sin embargo, el presidente del parlamento de Suecia ha encargado a la segunda formación del bloque de derechas la misión de formar un nuevo gobierno. Así, después de unos comicios en los que el bloque de las derechas (176 escaños) se impuso al bloque de las izquierdas (173), Suecia avanza hacia la formación de un gobierno de derechas, pero con la incerteza de si la extrema derecha contará con algún cargo o algún ministerio.
Los ultraderechistas Demócratas de Suecia tienen ahora el 20% de los escaños en el parlamento, cosa que los convierte en el partido más grande de la derecha. Eso le otorga al partido un papel importante a la hora de formar y dirigir el nuevo gobierno. Sin embargo, es posible que no se les invite a unirse al gobierno, o incluso que la misma extrema derecha opte por quedarse fuera del gobierno. En estos casos, no obstante, la extrema derecha daría apoyo al ejecutivo desde fuera del gobierno. De cualquier manera, el próximo primer ministro de Suecia tendrá que gestionar una incómoda coalición de cuatro partidos que van desde los sociales liberales hasta la derecha neonazi. Aprobar presupuestos y leyes en la legislatura entrante podría ser una tarea difícil.
Nuevo presidente del parlamento
El conservador Andreas Norlén (Partido Moderado) ha sido escogido este lunes como nuevo presidente del parlamento sueco. Norlén, que ya había presidido la Cámara la pasada legislatura, ha encargado oficialmente a Ulf Kristersson la misión de encabezar unas negociaciones por formar un gobierno en Suecia, después de que el presidente del parlamento se entrevistara con todos los partidos políticos y viera la candidatura de Kristersson como la más viable y la que podría obtener una mayoría que le diera apoyo.
Tradicionalmente, el líder del partido más grande del bando ganador sería el invitado a formar gobierno. En cambio, Jimmie Åkesson de los Demócratas de Suecia parece haber pasado el relevo a Ulf Kristersson, el líder del Partido Moderado, que perdió escaños a las elecciones y es el tercer partido mayor en el parlamento (19,1%) después de los socialdemócratas (30,3%) y, precisamente, de los Demócratas de Suecia (20,5%). Así pues, a pesar de quedar en segunda posición y alcanzar 20 escaños, el partido neonazi podría no tener un sitio asegurado en el futuro gobierno sueco. De hecho, los Demócratas de Suecia fueron sometidos a un cordón sanitario por el resto de fuerzas parlamentarias desde su entrada en el parlamento en el 2010. Los otros tres partidos de la coalición de derechas, sin embargo, se han abierto a romper este aislamiento y pactar con la extrema derecha, pero rechazan su entrada en un ejecutivo, una exigencia que parece que la ultraderecha aceptaría a cambio de influencia política.
Últimas legislaturas inestables
Los gobiernos suelen formarse rápidamente en Suecia, pero no siempre han sido estables. Las dos últimas legislaturas vivieron conflictos sobre el papel de los Demócratas de Suecia y diferencias ideológicas entre los partidarios del gobierno. Después de las elecciones del 2018, el socialdemócrata Stefan Löfvén necesitó un récord de 134 días para reunir un gobierno minoritario débil, incluyendo los socialdemócratas y el Partido Verde. Hará falta ver cuántos días tardan esta vez en ponerse de acuerdo en el bloque de la derecha y centroderecha.