La vida en la ciudad portuaria de Mariúpol es complicada. Todavía sin agua corriente, ni electricidad, ni gas, los ciudadanos cocinan y lavan la ropa en los jardines o parques. Allí donde pueden. La situación se complica día tras día. Hacen cola para conseguir llenar botellas de agua y alimentos y entre los escombros se esconden todavía cuerpos. No se sabe a ciencia cierta cuántos civiles podrían haber muerto en la ciudad, pero las cifras oscilan entre 22.000 o 24.000. Este martes también se ha sabido que en la región de Donetsk, los rusos estarían reclutando trabajadores para los campos de filtración, a través del envío de mensajes SMS. En este contexto, son mucho los elementos que podrían desencadenar en riesgo de epidemia "explosiva" en Mariúpol y también riesgo de infecciones intestinales. Así, el teniente de alcalde de la ciudad de Mariúpol, Sergiy Orlov, ahora desde Zaporiyia, explica en conversación con ElNacional.cat, que hay varios elementos que podrían resultar catastróficos para la ciudad. "El suministro de agua centralizada y el alcantarillado no funcionan. Además, la ciudad se está ahogando, literalmente, entre la basura y aguas residuales", destaca.
Hay que tener en cuenta, que son muchas las personas que han sido enterradas de manera provisional en los patios. Eso es algo que desde el Ministerio de Salud de Ucrania tienen contemplado. Cuando menos, eso es lo que explicaban desde el mismo ministerio en conversación con este diario este domingo. "Servicios de emergencia están trabajando con esta problemática. Los vecinos han enterrado los cuerpos de conocidos suyos, de amigos, de familiares en los jardines, parques o cualquier lugar donde han podido. Todo eso, se tiene que arreglar, está claro. Pero no es fácil ni es un periodo fácil para poder hacerlo. Se tienen que sacar estos cuerpos y llevarlos a otro sitio. Se tiene que organizar". De momento, sin embargo, todo en stand by, porque ahora mismo, Mariúpol está bajo control ruso. Eso es un problema porque, tal como apunta Orlov "el calor del verano ha acelerado la descomposición de los cadáveres bajo los escombros y la basura".
Expone, también, que tampoco hay medicamentos. "Se destruyeron instalaciones médicas, se llevaron equipos valiosos y los mejores médicos abandonaron la ciudad". Además, añade que "el mar y los cuerpos están constantemente contaminados con basura, aguas residuales y cadáveres". Desde el Ministerio de Salud creen que podrían haberse destruido completamente unos 300 centros hospitalarios. Ponían énfasis en el hecho de que los médicos están preparados técnicamente porque han visto traumas. En muchos hospitales, pero no hay ni electricidad, ni agua corriente, ni tecnología para poder trabajar. "En este contexto, la ayuda internacional es clave. Hay equipos médicos internacionales que nos ayudan a hacer operaciones complicadas en condiciones muy difíciles y también a trasladar pacientes de lugares, como por ejemplo, de Járkov a Kyiv". En el caso de Mariúpol, la situación es más grave, porque aparte de no tener suministros, parece que los médicos también se habrían marchado.
Colas para conseguir alimentos
Centenares de personas hacen cola diariamente en un centro comercial de la ciudad para conseguir alimentos y productos de primera necesidad, ha informado este lunes Petro Andriushchenko, asesor de la alcaldía de la ciudad. Andriushchenko, que reside fuera de la ciudad desde que esta fuera tomada por las tropas rusas, hizo estas declaraciones a su cuenta de Telegram y al noticiario local, según el medio Ukrainska Pravda.
"La fila diaria para recibir ayuda humanitaria (en realidad, alimentos) al antiguo centro comercial Metro es de entre 1.500 y 2.000 personas", ha asegurado al asesor del alcalde. Así, ha expuesto que "se entregan hasta 400 kits por día. Las personas hacen cola durante seis horas bajo el calor y el sol en vano. No hay agua potable, y no es posible obtenerla en ningún sitio" de la ciudad, ha reiterado. Ha añadido que "cada hora, durante los últimos días, hasta 10 personas son llevadas al hospital por desmayos. La peste de la morgue, ubicada a 200 metros, es cada vez más intensa".