Los cohetes Falcon 9 de la compañía SpaceX del magnate norteamericano Elon Musk han vuelto al espacio después de la suspensión temporal que decretó el órgano regulador del gobierno norteamericano el pasado miércoles causa del accidente que sufrió una de las unidades durante una maniobra de recuperación cuando volvía de una misión Starlink. La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos, ha autorizado nuevamente los lanzamientos del cohete Falcon 9 permitiendo a SpaceX reanudar sus operaciones espaciales. La compañía espacial presentó la solicitud para retornar a los vuelos el 29 de agosto y la FAA aprobó la reanudación de los lanzamientos este viernes, aunque la investigación continúa abierta. SpaceX tenía que cumplir con todos los requisitos de la licencia para seguir elevando sus cohetes. De esta manera, se podrá reprogramar la misión Polaris Dawn, que busca realizar la primera caminata de un astronauta civil de la historia, y la misión Crew-9 de la NASA a la Estación Espacial Internacional, que permitirá el retorno de los astronautas Wilmore y Williams, atrapados desde hace casi tres meses en el espacio. Ahora, la misión Polaris, que se tenía que elevar el pasado 27 de agosto, espera una ventana de buen tiempo para salir al espacio.

Rotura del propulsor

La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos suspendió temporalmente todos los lanzamientos de los Falcon 9 a causa del accidente que sufrió una de las unidades durante una maniobra de recuperación cuando volvía de una misión de la red de satélites Starlink. La FAA quería aclarar las causas de este accidente, que no causó daños personales, pero que comprometía las misiones en curso. SpaceX había puesto en órbita el pasado miércoles 21 nuevos satélites para su constelación Starlink con un cohete Falcon 9. La misión fue un éxito y el cohete colocó en órbita todos los satélites, pero la rotura de un propulsor de la primera etapa durante la recuperación del cohete, en una plataforma oceánica, hizo que volcara y que explotara mientras intentaba aterrizar. Este fallo provocó la investigación de la FAA para aclarar los hechos, y mientras tanto se suspendieron todos los lanzamientos de los Falcon 9 hasta que ahora los reguladores norteamericanos han levantado la prohibición después de evaluar cualquier riesgo potencial para la seguridad pública.

Plataforma de recuepració del Falcon 9
El barco de  recuperación del Falcon 9 'A Shortfall of Gravitas'

Un accidente aislado

Se considera que este fallo es un caso aislado, teniendo en cuenta su historial de los últimos años. Después 344 misiones consecutivas de éxito, el pasado 12 de julio se produjo el primer incidente de un Falcon 9 desde el 2016, cuando la segunda etapa falló durante una misión de Starlink cuando el motor no completó el segundo encendido. El segundo incidente es el que se produjo el 28 de agosto, cuando la primera etapa del Falcon 9 (B1062) acabó explotando durante la maniobra de aterrizaje. Se observó un destello verde en torno a los motores justo antes de que el propulsor se volcara y explotara mientras intentaba aterrizar en el barco no tripulado A Shortfall of Gravitas en el océano Atlántico. Un vídeo muestra cómo se inicia el fuego en uno de los motores del Falcon 9, cosa que provocó que se volcara hacia un lado y finalmente explotara. Este era el vuelo número 23 de este propulsor en particular, marcando un récord de reutilización para Space X.

 

Aunque el propulsor es un objetivo secundario y no había vidas en riesgo, la reutilización de todo el sistema de cohetes es crucial para el modelo de negocio de SpaceX, y los Falcon 9 son la nave insignia de la compañía. La flota de cohetes tiene una gran importancia tanto para el gobierno de los Estados Unidos y los programas de la NASA, como para la industria privada, que confían en SpaceX y sus cohetes para impulsar satélites y poner astronautas en órbita, sin contar con futuras expediciones en la Luna y en Marte.

Polaris Dawn, a la espera

Ahora, Space X está pendiente de poder reprogramar el lanzamiento del Falcon 9 que tiene que llevar la cápsula Crew Dragon con cuatro tripulantes a bordo, en la primera misión completamente civil y que incluirá el primer paseo espacial comercial que se habrá hecho nunca. El despegue de la cápsula de la misión Polaris Dawn estaba programado inicialmente para el 26 de agosto, posteriormente se aplazó para el 27, pero fue cancelado a causa de un escape de helio en el suelo. Un segundo intento para el 28 de agosto se tuvo que retrasar porque la Administración Federal de Aviación (FAA) dejó en el suelo temporalmente el Falcon 9. La compañía está monitoreando activamente las condiciones meteorológicas y otros factores para determinar cuándo será seguro y viable reanudar la misión. Hay que esperar que se den las condiciones climáticas favorables tanto para el lanzamiento como para el retorno, programado para cinco días después. Mientras tanto, la tripulación liderada por el comandante, el multimillonario Jared Isaacman y formada por el piloto Scott Poteet y las ingenieras Sarah Gillis y Anna Menon, sigue en cuarentena esperando el lanzamiento.

El comandante Jared Isaacman ha explicado a través de la red X las razones del retraso, destacando que a diferencia de una misión de la Estación Espacial Internacional (ISS), no tienen la opción de retrasar mucho la estancia en órbita, por el hecho de que la cápsula tiene consumibles de soporte vital limitado, lo que hace crucial poder amerizar según lo que está programado. Isaacman pide disculpas a todos los que viajaron para ver el lanzamiento de la misión Polaris, y subraya que muchos de los invitados pudieron presenciar la última misión de Starlink, con el cohete que explotó en la maniobra de aterrizaje. "1062 tuvo una carrera increíble, volando muchas misiones notables, como Inspiration4 y AX-1. Es notable pensar en la vida que llevó este increíble cohete desde el día que salió de la cadena de montaje".

El retorno de dos astronautas atrapados al espacio

La normalización de los lanzamientos de los Falcon 9 también es una buena noticia para los astronautas Barry Butch Wilmore y Sunita Suni' Williams que se encuentran actualmente atrapados en la Estación Espacial Internacional (ISS). Los astronautas fueron lanzados el 5 de junio de 2024 a bordo de la cápsula Starliner de Boeing para una misión de prueba que originariamente estaba planificada para durar ocho días, pero a causa de los problemas técnicos de la nave, que hace inviable su retorno de manera segura, ya llevan cerca de tres meses y no podrán volver a la Tierra hasta febrero de 2025, hecho que supone una extensión de 8 meses más del previsto. La NASA repatriará en Wilmor y Williams en una cápsula Dragon de Space X, eso implica que la próxima misión Crew-9 de SpaceX, prevista para el 24 de septiembre, llevaría solo a dos astronautas en lugar de cuatro, para dejar espacio para la vuelta de Butch y Suni.