Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han anunciado este domingo el inicio de una movilización general contra la ofensiva iniciada esta semana por el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham en el nordeste del país. De esta manera, a los rebeldes islamistas se les añade un nuevo enemigo después de que el ejército del país se retirara de Alepo para "prepararse para un contraataque". Las FDS, de mayoría kurda, son un opositor declarado de los rebeldes que han sacudido las primeras líneas de la guerra civil en el país, atenuada en parte desde el 2020. En su anuncio, la alianza de milicias kurda ha acusado a Turquía de dirigir el ataque de los rebeldes yihadistas y querer "ocupar todo el territorio sirio", especialmente la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, la entidad política de esta región.

Las FDS creen que la guerra civil en que Siria se encuentra sometida desde el 2011 "es una guerra de honor, de humanidad y por la dignidad de las personas". En este sentido, el inicio de las movilizaciones va dirigido en contra de "la mentalidad oscura de Estado Islámico y de Erdogan", el presidente de Turquía, "para proteger todos los valores y el patrimonio de la humanidad y la libertad", concluye el comunicado. Las FDS participaron en los combates contra el Estado Islámico hasta su derrota territorial en el país en el 2019, y cuenta con el apoyo de los Estados Unidos. Por su parte, Turquía acusa a las FDS de mantener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo que Ankara considera como organización terrorista y con quien está sometido, desde hace décadas, en un violento conflicto.

Otro de los actores claves en la nueva escalada de la guerra es Rusia. Este domingo, un grupo de sus aeronaves ha atacado nuevamente la ciudad de Idlib, en el norte de Siria. La esperanza de Putin es detener la ofensiva de los rebeldes yihadistas, la cual fue descrita por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, como "un ataque a la soberanía siria". "Estamos a favor que las autoridades sirias pongan orden en la zona y restablezcan la orden constitucional tan pronto como sea posible", declaró este viernes desde Moscú. Las últimas cifras hablan de al menos siete muertosmás y decenas de heridos, pero el ejército sirio y Rusia mantienen que sus ataques se dirigen a los escondites de los rebeldes y niegan haber atacado civiles.

La escalada de la guerra civil

Este viernes, el ejército de Siria confirmó que el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham tomó el control de gran parte de la ciudad de Alepo y que se retiraba para "prepararse para un contraataque". El presidente del país, Bashar al-Assad, vive su mayor reto en años, desde que los rebeldes islamistas iniciaron una gran ofensiva que ha supuesto una escalada de la guerra civil. Esta semana, Alepo se ha convertido en el epicentro del conflicto y, vista la alianza entre Moscú y Damasco, el ejército ruso está llevando a cabo bombardeos contra las fuerzas rebeldes que están salpicando en la población civil.