A la comunidad internacional, cada vez le cuesta más dar apoyo a la actuación de Israel sobre la Gaza. Después de una semana complicada con el atraso sistemático de las votaciones para una resolución y alto el fuego de la ONU, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha querido desear una feliz Navidad a los "amigos cristianos". "A nuestros amigos cristianos de todo el mundo, feliz Navidad". "Se supone que la Navidad es un tiempo de buena voluntad para todos los hombres y de paz a la Tierra. Bien, no tenemos paz en la Tierra, no por nuestra parte de todas maneras, y ciertamente no vemos buena voluntad para todos los hombres", ha querido dejar claro.
En este sentido, Netanyahu ha subido el tono: "Nos enfrentamos a monstruos, monstruos que asesinaron niños ante sus padres y padres ante sus hijos, que violaron y decapitaron mujeres, que quemaron bebés vivos, que tomaron bebés como rehenes". "Esta es una batalla, no solo de Israel contra estos bárbaros, es una batalla de la civilización contra la barbarie. Y en eso sé que tenemos vuestro apoyo", ha insistido.
"Quiero daros las gracias por vuestro apoyo. Quiero daros las gracias por vuestras oraciones. Y os quiero asegurar que, a medida que estemos juntos, también nos impondremos. Ganaremos esta guerra y aseguraremos nuestros valores comunes y nuestro futuro común. Gracias", ha concluido.
La guerra en Gaza no se detiene por Navidad
A pesar de los mensajes de paz, la guerra en Gaza no se detiene por Navidad. Los muertos y heridos aumentan cada día en la Franja palestina, la población de la cual no ya sabe donde huir, mientras el ejército de Israel habría sumado bajas en una de las jornadas con más víctimas desde que se inició la guerra. Al menos 166 palestinos han muerto en el enclave costero en las últimas 24 horas y 384 han resultado heridos por|para los intensos bombardeos israelíes, de manera que el saldo total se eleva a 20.424 muertos y 54.036 heridos desde el inicio del conflicto armado, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás. Israel ha ordenado la evacuación de ocho localidades del centro de la Franja para que los residentes que se trasladaran en la ciudad de Deir al-Balah, donde se habrían cometido hasta masacres las últimas 48 horas, según señala Efe.
Paralelamente, desde Gaza constatan que no hay lugar seguro en toda la Franja. "No hay lugar a donde ir en Gaza", lamentan muchos de los desplazados por la ofensiva israelí, ya que ni seguir huyendo es seguro para los que lo hacen desde hace más de dos meses y medio de guerra. "No hay una zona segura en la Franja de Gaza", aseguró a Efe Sabri Abdelrahim en el campo de refugiados de Bureikh, que Israel ordenó que lo abandonen más de 150.000 personas. Muchos no quieren irse, pero los bombardeos los hacen pensárselo y finalmente la mayoría deciden huir, repitiendo las imágenes de coches y camiones llenos de gente, otros en carros tirados por asnos con todo lo que les queda.