La FIFA ha rechazado emitir un discurso del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la previa de la final del Mundial de Fútbol de Qatar de este domingo, según ha anunciado la CNN. La propuesta del gobierno de Zelenski era que este apareciera en un vídeo —no se sabe si en directo o grabado— en el estadio de Lusail para "trasladar un mensaje de paz mundial" antes del partido entre Argentina y Francia. La respuesta negativa por parte de la federación deportiva ha "sorprendido" al presidente ucraniano, según la fuente citada por la cadena estadounidense, que ha dicho que creían que "la FIFA quería utilizar su plataforma para el bien común".
Sin embargo, la misma fuente ha explicado que las conversaciones entre Ucrania y la FIFA todavía están abiertas, de manera que la decisión todavía podría cambiar.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el presidente Zelenski ha aprovechado grandes acontecimientos por todo el mundo, incluidos los parlamentos de gran parte de la comunidad internacional, con el fin de compartir su mensaje y poner el foco en su país. Así, ha aparecido en la cumbre del G20, en los Grammy o en el Festival de Cannes, además de participar en entrevistas y programas de televisión por todo el mundo. En estas intervenciones, el líder ucraniano ha aprovechado para denunciar la invasión rusa y pedir a la comunidad internacional una condena unánime por la agresión del Kremlin a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Los esfuerzos de la FIFA por evitar los mensajes políticos
La Copa del Mundo de Fútbol de este año ha estado rodeada de una gran polémica desde sus inicios. Una investigación del diario The Guardian afirmó que 6.500 trabajadores migrantes habían muerto en la construcción de los estadios del Mundial, una cifra que desde el emirato no han confirmado, aunque el secretario general del organismo organizador del torneo, Hassan Al Thawadi, reconoció "la muerte de entre 400 y 500 trabajadores migrantes" en obras relacionadas con la preparación del Mundial.
Posteriormente, el anuncio de algunas normas de conducta que los visitantes tendrían que cumplir durante la celebración del torneo de fútbol fueron el blanco de muchas críticas. Entre las reglas se incluía la prohibición de la homosexualidad, la "inmodestia", en referencia a la manera "adecuada" de vestir, o el consumo de alcohol.
En respuesta a estas cuestiones, surgió la campaña 'One Love', a la cual se adhirieron las selecciones de Inglaterra, Gales, Suiza, Dinamarca, Francia, Alemania, los Países Bajos y Bélgica. Los jugadores de estos equipos anunciaron su intención de llevar un brazalete para dar apoyo a la comunidad LGTBI y en apoyo a los trabajadores muertos en el país árabe. Sin embargo, la FIFA amenazó a los jugadores con sanciones si los llevaban y finalmente renunciaron.
Al ser preguntado por estas cuestiones, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha afirmado en conferencia de prensa este viernes que la FIFA ha parado algunos "mensajes políticos" en Qatar porque "tiene que cuidar de todo el mundo". "Somos una organización global y no discriminamos a nadie en función de la legislación, el régimen, los valores y los sentimientos que tengan. Defendemos valores, derechos humanos, y los derechos de todo el mundo a la Copa del Mundo", ha asegurado Infantino. Así, ha rechazado que se trate de "prohibiciones" si no de "respetar el reglamento y el fútbol en el terreno de juego".