Una supuesta filtración de inteligencia de la oficina de Benjamin Netanyahu se ha convertido en un gran escándalo para el primer ministro israelí después de que un tribunal levantara parcialmente una orden de silencio sobre el caso, diciendo que el asunto puede haber socavado los esfuerzos por alcanzar un acuerdo sobre rehenes a la guerra de Gaza. Cuatro personas han sido detenidas en relación con una investigación conjunta de la policía, los servicios de seguridad interna y el ejército, informó el domingo por la noche a un tribunal de la ciudad de Rishon LeZion y recoge el The Guardian.

El sospechoso principal fue identificado como Eliezer Feldstein, que, según los medios israelíes, fue contratado como portavoz y asesor de medios en la oficina del primer ministro poco después del ataque de Hamás a Israel en octubre del 2023. Las otras tres personas arrestadas son miembros del sistema de seguridad. Todavía está en vigor una orden de silencio parcial, pero el caso implica una "violación de la seguridad nacional causada por el suministro ilegal de información clasificada" que "perjudicó la consecución de los objetivos de guerra de Israel", dijo el viernes pasado el tribunal.

Netanyahu, con problemas

Los sospechosos estarían supuestamente involucrados en la filtración de documentos de estrategia de Hamás encontrados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a Gaza, y en la manipulación o edición del material para hacer parecer como si el liderazgo del grupo militante palestino planeaba prolongar las conversaciones el más posible, así como hacer contrabando con rehenes en Egipto. En septiembre, el diario británico Jewish Chronicle y el tabloide alemán Bild publicaron artículos aparentemente basados en los documentos falsificados, cosa que llevó las FDI a iniciar una investigación. El Jewish Chronicle se retractó más tarde de la historia y despidió al periodista que lo había escrito.

Los detractores de Netanyahu, destaca el mismo rotativo, dicen que los artículos aparecieron en un momento en que enfrentaba nuevas críticas por la gestión de las negociaciones después de que seis rehenes muertos fueron encontrados en un túnel en Rafah. Los informes también parecen haber reforzado la nueva exigencia de Netanyahu en las conversaciones, después de que ya se hubiera conseguido un marco condicional: que las tropas israelíes permanezcan en la frontera entre Gaza y Egipto. La exigencia fue rechazada por Hamás y las conversaciones fracasaron.

Desde hace tiempo se acusa Netanyahu de demorarse en un acuerdo por apaciguar a sus socios de coalición de extrema derecha, para los cuales cualquier concesión en Hamás es insostenible. Se cree que Netanyahu considera que permanecer al cargo es la mejor manera de evitar ser procesado por cargos de corrupción de larga fecha, cosa que él niega.

En un comunicado emitido el lunes, el Foro de Familias de Rehenes, que representa a la mayoría de los amigos y familiares de los secuestrados, dijo que exigía una investigación "contra todos aquellos sospechosos de sabotaje y socavar la seguridad del Estado". Añadió, recoge el mismo periódico: "Las sospechas sugieren que individuos asociados con el primer ministro actuaron para llevar a cabo uno de los fraudes mayores en la historia del país. Este es un punto bajo moral como ningún otro. Es un golpe duro a la confianza en que todavía existe entre el gobierno y sus ciudadanos".

Israel intenta restar importancia a las filtraciones

Netanyahu ha intentado quitar importancia al asunto, pidiendo que se levante el orden de censura y acusando el poder judicial de parcialidad. El sábado negó cualquier implicación en la filtración o irregularidades por parte del personal. El principal sospechoso, Feldstein, "no participó nunca en discusiones sobre seguridad, no estuvo expuesto a información clasificada ni la recibió y no participó en visitas secretas", dijo su oficina.

Han surgido preguntas sobre si Feldstein fue utilizado formalmente por la oficina del primer ministro después de que se publicaran informes que alegaban que había fallado una prueba de polígrafo de autorización de seguridad; ha sido fotografiado con Netanyahu muchas veces durante este año. El hombre de 32 años, del suburbio ultraortodoxo de Bnei Brak, en Tel-Aviv, trabajó anteriormente para el ministro de seguridad nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, y a la unidad de mediados de las FDI. Feldstein fue detenido el 27 de octubre y se encuentra a la prisión preventiva hasta el martes, fecha de su próxima audiencia. Se cree que uno de los otros tres sospechosos ya ha sido puesto en libertad.