El último escándalo sentencia un Donald Trump a quien su propio partido republicano cuestiona si es la persona a seguir teniendo de referente. En una conversación telefónica de una hora filtrada por el diario The Washington Post, se escucha un Trump desesperado pidiendo al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, que busque como sea los votos necesarios para anular la victoria de Joe Biden en este estado. Aunque Raffensperger también es republicano, le recuerda al presidente saliente que eso sería hacer trampas. Uno de los extractos de la conversación es este:
Trump: No necesitéis un gran número, ya que el número que, en teoría, he perdido, el margen sería de 11.779. Pero también tenéis un número considerable de personas, miles y miles, que fueron al lugar|sitio de votación el 3 de noviembre y se les dijo que no podían votar, se les dijo que no podían votar porque se había votado en su nombre. Y ya lo sabes, eso es mucho, muy triste. Y sé que querríais llegar al fondo, aunque hoy os he visto en la televisión y habéis dicho que no encontráis nada malo. Quiero decir, ya lo sabéis, y no perdí el estado, Brad.
Raffensperger: Bien, he escuchado lo que acaba de decir, Presidente Trump: hemos tenido varias demandas y hemos tenido que responder judicialmente a las demandas y a las contenciones. No estamos de acuerdo con qué hayáis ganado.
Trump: En Georgia establecimos un récord con una cantidad masiva de votos. Y dicen que no es posible haber perdido Georgia. Y os lo podría decir por nuestros mítines. Lo podría decir por la concentración que haré el lunes por la noche. Allí, ya tienen hileras de gente que se esperaban delante. Simplemente no es posible haber perdido Georgia. No es posible.
Raffensperger: Creemos que tenemos unas elecciones precisas.
Trump: No, no, no. No, no. No lo tenéis. Sólo necesito 11.000 votos. Amigos, necesito 11.000 votos. No es justo para los votantes de Georgia porque verán qué pasó y verán qué pasó.
A pesar de la desesperación de Trump, su compañero de partido se lo saca de encima como puede.
Dan por acabadas las dudas
Pero eso no es todo. Diez exsecretarios de estado de Defensa de los EE.UU. han firmado una carta en que dan por finalizado el proceso de las elecciones presidenciales ganadas por el demócrata Joe Biden, mientras el presidente saliente, el republicano Donald Trump, sigue negando su derrota electoral en estos comicios. La misiva, publicada este domingo también por el The Washington Post, se da a conocer en vísperas de las elecciones que decidirán el control del Senado.
La carta está firmada por Dick Cheney, James Mattis, Mark Esper, Leon Panetta, Donald Rumsfeld, William Cohen, Chuck Hagel, Robert Gates, William Perry y Ashton Carter, y pretende atacar los esfuerzos de Trump por subvertir los comicios presidenciales del noviembre pasado, antes de que el Congreso cuente los votos del Colegio Electoral.
"Nuestras elecciones se han realizado. Se han hecho recuentos y auditorías. Los tribunales han abordado las impugnaciones pertinentes. Los gobernadores han certificado los resultados. Y el colegio electoral ha votado. Ha pasado el tiempo de cuestionar los resultados, el tiempo del escrutinio formal de los votos del colegio electoral", aseguran los firmantes en la misiva.
Según explica la cadena CNN, desde el día de las elecciones, Trump ha afirmado falsamente que se le está robando su segundo mandato, incluso cuando no ha habido acusaciones creíbles de problemas de votación generalizados, como lo afirmaron decenas de jueces, gobernadores y funcionarios electorales, el Colegio Electoral, el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional y la Cort Suprema de los Estados Unidos. Todo el mundo menos él.
Los exsecretarios de Defensa, todos ellos en activo y que suman varias décadas de responsabilidad en este cargo, subrayan que las transiciones presidenciales "son una parte crucial de la transferencia exitosa del poder". Los firmantes acaban instando al Departamento de Defensa a "abstenerse de cualquier acción política" que pudiera perjudicar la transición a una nueva administración. "Los pedimos, en los términos más enérgicos, que hagan lo que tantas generaciones de norteamericanos han hecho antes que ellos" y sentencia: "Esta acción final va de acuerdo con las más altas tradiciones y el profesionalismo de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y la historia de la transición democrática de nuestro gran país".