El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, ha anunciado el fin de los combates contra yihadistas afines al Estado Eslámico (EI) en Marawi, los cuales han dejado más de un millar de víctimas mortales durante los cinco meses que ha durado el enfrentamiento.
"Anuncio el fin de todas las operaciones de combate a Marawi" ha dicho Lorenzana durante una reunión de seguridad con homólogos de la región celebrada en el norte de Manila.
Statement on the termination of combat operations in #Marawi City. #OneDefenseTeamPH pic.twitter.com/5zTDpJMTpT
— Delfin Lorenzana (@del_lorenzana) 23 de octubre de 2017
El alto al fuego llega después de que las tropas hayan recuperado el último edificio tomado por los rebeldes del Grupo Maute – organización terrorista filipina afín en el EI – y sus seguidores, según ha informado el portavoz de las Fuerzas Armadas, Restituto Padilla.
Resultados de la campaña militar
El Ejército ha matado a 42 rebeldes y rescatado a 20 rehenes, desde que el pasado martes 17 de octubre el presidente, Rodrigo Duterte, declarara "liberada" la ciudad a falta de neutralizar el último reducto yihadista.
Los esfuerzos ahora se centran en inspeccionar todas las viviendas de la zona en ruinas que el Grupo Maite controlaba con el objetivo en detectar posibles terroristas escondidos y desactivar explosivos que estos hayan podido dejar a su paso, tal como informa el portavoz de las Fuerzas Armadas.
El paso siguiente es iniciar los trabajos de reconstrucción y organizar el retorno de los aproximadamente 400.000 desplazados por el conflicto a Marawi. La tarea podría llevar un largo tiempo y unos esfuerzos materiales inmensos, ya que varias zonas de la ciudad han quedado totalmente devastadas.
Marawi, escenario de intensos combates
Desde que empezó la rebelión el 23 de mayo de este año, la ciudad meridional de Marawi ha sido el escenario de una serie de combates entre las Fuerzas Armadas filipinas e insurgentes que han dejado más de un millar de muertos: 897 rebeldes, 164 soldados y 47 civiles, según los últimos datos del Gobierno.
La batalla se decantó definitivamente del lado del Ejército hace una semana, cuando una ofensiva planeada con todo detalle permitió el asesinato de Isnilon Hapilon y Omar Maute, los dos líderes del remanente yihadista en la ciudad.