Miles de ciudadanos rusos se han lanzado a la carretera y se han apresurado a comprar billetes de avión cuando supieron que su presidente, Vladímir Putin, había aprobado la movilización militar parcial de la población. Al verse con un paso en el frente, muchos ciudadanos han intentado salir de Rusia, pero las opciones son limitadas, sobre todo después de las sanciones. Las principales vías de salida están siendo los pocos países que todavía aceptan vuelos desde Rusia, como Turquía, o los Estados fronterizos, a los cuales se puede llegar en coche. Uno de este es Finlandia, el cual ha anunciado este jueves que a partir de la medianoche sus fronteras estarán completamente cerradas a los turistas rusos, aunque tengan visado expedito en un país del espacio Schengen, alegando que su llegada puede causar "un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia".
Finlandia, con 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, se convierte así en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después de que hicieran lo mismo a las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia hace dos semanas. Ha sido uno de los territorios que más ciudadanos rusos ha recibido, la mayoría de los cuales han continuado su viaje ninguno otros países europeos.
División en la Unión Europea sobre el éxodo de ciudadanos rusos
Hay otros Estados de Europa que están manteniendo una política más abierta con el éxodo de ciudadanos rusos que tratan de huir del gobierno de Putin, un ejemplo es Alemania. A pesar de la división entre los s 27 Estados de la Unión Europea (UE) sobre cómo afrontar la nueva diáspora rusa, el Estado alemán ha roto una lanza a favor de abrir las puertas a los reservistas. La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, mostró la voluntad de su gobierno a ofrecer asilo a los desertores rusos el pasado viernes. "Cualquiera que se oponga con valentía al régimen del presidente Vladímir Putin y que, por lo tanto, se pone en el peligro mayor, puede solicitar asilo en Alemania por motivos de persecución política", sentenció a la ministra.
No fue la única de su Ejecutivo a posicionar así, el ministro de Justicia, Marco Buschmann, siguió la línea de su compañera a través de las redes: "Por lo visto, muchos rusos están abandonando su patria: los que odian el camino de Putin y aman la democracia liberal son cordialmente bienvenidos en Alemania".
Movilización en marcha
Pocas horas después del anuncio de la movilización parcial que hizo Putin, esta empezó. Las citaciones oficiales empezaron a entregarse en diferentes puntos del país y estas desataron la ira de muchos ciudadanos. Algunos rusos denuncian que la movilización se está centrando en las comunidades más pobres y donde se concentran más minorías étnicas, ya que la repercusión mediática es menor en estos casos.