La Fiscalía de Israel ha ordenado abrir un proceso de investigación contra Sara Netanyahu, la mujer del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. La fiscal general del país, Gali Baharav-Miara, ha tomado la decisión después de que un informe indicara que había intentado intimidar a un testigo e interferir en el caso de corrupción contra su marido. A pesar de no mencionar directamente a Sara Netanyahu, en el documento se sostiene que tiene que ser investigada por la sospecha de acoso y obstrucción a la justicia.

Más allá de la presunta intimidación, el informe también acusa a Sara Netanyahu de animar a las fuerzas de seguridad a utilizar la violencia contra los manifestantes antigubernamentales. Concretamente, el texto hace referencia a la protesta que la mujer del primer ministro organizó en los alrededores de la casa de una familia vecina cuyo hijo había muerto en combate.

Benjamin Netanyahu se ha pronunciado horas antes de ordenarse la investigación. El jefe de gobierno israelí ha defendido a su esposa mediante un discurso publicado en la red social X, donde acusa a los medios de comunicación de difundir "panfletos" y de conspirar "con multimillonarios de la izquierda y del extranjero" para intentar derrocar el gobierno.

Algunos colegas del primer ministro también han criticado la medida. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha acusado a la fiscal de acoso político contra los Netanyahu: "Quien persiga políticamente a los ministros del gobierno y sus familias, no puede seguir sirviendo como fiscal general". Otro miembro del gobierno, el ministro de Justicia, Yariv Levin, ha descrito la investigación como "una decisión selectiva y extrema" y ha criticado que el organismo "esté ocupado abriendo investigaciones basadas en rumores de la televisión".

Las acusaciones contra Netanyahu

El jefe del ejecutivo de Israel está señalado en tres causas por un largo listado de delitos, entre los cuales destaca el fraude, aceptar sobornos o presionar a los medios de comunicación, unas acusaciones que Netanyahu considera que forman parte de una persecución política contra su persona. En este sentido, los procesos abiertos no impidieron que el mandatario volviera al poder a finales del 2022. Uno de los casos se remonta al año 2000, cuando el ahora primer ministro supuestamente trató de llegar a un acuerdo con el diario Yedioth Aharonot para que hablara de manera positiva de su administración a cambio de impulsar una legislación que perjudicara su competencia principal, el diario Israel Hayom.