La Fiscalía General de México anunció este martes que investiga el espionaje telefónico llevado a cabo por el Gobierno de Enrique Peña Nieto (212-2018) con el programa Pegasus después de confirmar que el teléfono del excomnisionado nacional de Seguridad Manuel Mondragón fue intervenido mediante esta tecnología.
En un comunicado, el Ministerio Público federal dijo que "ha llevado a cabo una investigación exhaustiva de los contratos que suscribió" con la empresa mexicana KBH TRACK el entonces director de la Agencia de Investigación Criminal Tomás Zerón, hoy prófugo en Israel.
Gracias a la colaboración de la periodista Carmen Aristegui, la Fiscalía concluyó que la empresa israelí NSO Group, propietaria del programa Pegasus, utilizaba dicha compañía mexicana para "el espionaje telefónico para diversos solicitantes que aún no se hayan identificados plenamente".
"Lo que sí se puede ya afirmar en forma definitiva es que, en el caso de quien entonces era comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, su teléfono fue intervenido y grabadas sus conversaciones", dijo la Fiscalía.
Actualmente, está en espera de que varios denunciantes aporten sus teléfonos móviles para que se pueda extraer "la información correspondiente para efectos de judicialización".
También se ha ordenado al actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que resguarde "toda su información relacionada a la contratación del equipo Pegasus y otros semejantes".
"Se ha solicitado a las diversas entidades del Gobierno federal señalen si en sus antecedentes se ha encontrado algún contrato con Pegasus, sin que hasta la fecha se haya tenido respuesta positiva", dijo el Ministerio Público.
50.000 teléfonos espiados
El pasado domingo, una investigación de un consorcio de medios internacionales destapó que Gobiernos de varios países espiaron 50.000 teléfonos mediante el programa Pegasus, de los cuales 15.000 casos fueron en México durante el Gobierno de Peña Nieto.
La investigación reveló que fueron intervenidas las comunicaciones de activistas y periodistas, del entonces líder opositor y actual presidente, López Obrador, sus colaboradores y su cardiólogo, así como familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Peña Nieto negó "categóricamente" en 2017 espiar a periodistas y activistas tras un reportaje que reveló que su Gobierno había intervenido el teléfono de la periodista Carmen Aristegui, entre otros.
En su rueda de prensa matutina, López Obrador dijo este martes que en su Gobierno ya "no se espía a nadie" y descartó tomar medidas judiciales contra quienes lo espiaron.