Poco más de 48 horas después de ser reelegido como presidente de Hungría, Viktor Orbán, ya ha tenido el primer encontronazo con la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, ha anunciado que pondrá en marcha por primera vez contra Hungría el mecanismo comunitario que vincula el desembolso de fondos europeos al cumplimiento de una serie de principios básicos del estado de derecho. Por su parte, el gobierno húngaro considera que esta medida es una represalia contra los votantes de Orbán.
Aunque las elecciones tuvieron lugar hace pocos días, esta medida ya hacía tiempo que cernía sobre Hungría. Ahora que se ha anunciado la intención de poner en marcha este mecanismo, pueden pasar meses hasta que Bruselas presente el caso a los Estados miembros para tomar una decisión formal de retención de fondo.
El anuncio de Von der Leyen ha sido recibido con una ovación por parte de la Eurocámara. Hace meses que muchas voces en la Unión Europea reclamaban que se utilizara este instrumento para proteger los fondos europeos en países como Polonia o Hungría, que para muchos representantes europeos no respetan los valores europeos como la independencia judicial, la igualdad ante la ley o la separación de poderes. La violación de estos valores europeos por parte Hungría hace tiempo que se da y la CE ha pedido explicaciones al país, visto que estas no han satisfecho a las instituciones europeas, se ha decidido "avanzar al siguiente paso".
Respuesta de Hungría
El gobierno de Orbán ha recibido esta noticia como una jarra de agua fría. Dos días después de que Viktor Orban fuera reelegido por cuarta vez como presidente del país, la Unión Europea empieza a frenarle los pies. La animadversión es mutua, ya que en su discurso después de conocer su victoria, Orbán ya estropeó contra Bruselas, llegando a citar las instituciones europeas como "adversarios". En esta línea justifica el gobierno de Hungría las acciones de la Unión, porque consideran que esta quiere castigar a los votantes de Orbán.
"Que Bruselas no castigue a los votantes húngaros por no haber expresado una opinión que fuera del gusto de Bruselas en las elecciones", ha pedido el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás y ha añadido: "La CE no tendría que satisfacer las exigencias de la derrotada izquierda húngara". El anuncio de la Unión ya ha tenido efecto sobre Hungría, concretamente sobre su monada, el florín, que ha sufrido una fuerte caída. Una reacción que se podía prever, ya que si la sanción europea se materializa, Hungría se quedaría sin millones de euros europeos.