Continúan las protestas en Francia contra la reforma de las pensiones. Centenares de miles de franceses han vuelto a las calles este jueves ante el fracaso de la reunión de los sindicatos con la primera ministra, Elisabeth Borne. Después del encuentro, que tuvo lugar el miércoles, los representantes de los trabajadores explicaron que hasta que no se retire la controvertida reforma, que alarga la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, no se sentarán a negociar otras cuestiones laborales. Pero el gobierno de Emmanuel Macron se negó a retroceder al considerar que la medida es indispensable para garantizar el equilibrio del sistema de pensiones y, ante esta respuesta, los sindicatos han convocado la undécima gran jornada de protestas que, si bien ha tenido una participación más baja, ha registrado importantes incidentes en París.
El próximo 14 de abril el Consejo Constitucional, órgano que interpreta la Carta Magna, tendrá que decidir si valida o no la reforma de jubilación y, a la espera, los sindicatos franceses han hecho una nueva demostración de su fuerza en una jornada de protestas previa a los festivos de Semana Santa. La movilización de París, la principal del país, ha contado con 57.000 participantes, según las autoridades francesas, una cifra que los sindicatos elevan a 400.000. A escala nacional, las organizaciones de trabajadores aseguran haber contado con más de dos millones de manifestantes, pero el Ministerio del Interior reduce el número a 570.000.
"Pase lo que pase, la movilización continuará mientras no se retire la reforma", ha afirmado la líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, al inicio de la manifestación organizada en París. En esta línea, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, ha asegurado que el movimiento "sigue contando con el apoyo de la población" porque "el rechazo a la reforma sigue siendo igual de fuerte". Los sindicatos han puesto fecha a la próxima movilización, que será el 13 de abril, un día antes de la decisión del Consejo Constitucional.
Incidentes en París por las protestas de los sindicatos
Las protestas, que se han endurecido después de que el gobierno francés sacara adelante la reforma de pensiones, han provocado algunos incidentes en la capital francesa, con destrozos de mobiliario urbano y ataques a algunas sucursales bancarias. Asimismo, este jueves un grupo de protestantes ha atacado el restaurante La Rotonde, un lugar simbólico porque fue donde Macron celebró su primera victoria en unas elecciones presidenciales, en el 2017. Este sitio ya había sido atacado durante otras movilizaciones anteriores, como las de los chalecos amarillos de 2018 y 2019.