Las elecciones europeas han dejado un panorama tenso a la esfera política de diferentes países europeos. Tan tienes, de hecho, que el presidente francés, Emmanuel Macron, no se esperó ni a tener los resultados definitivos que disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones. Los comicios han dejado una Europa con las mayorías centrales débiles y tocadas. Tal como destaca la investigadora del CIDOB Carme Colomina, "una erosión constante, más ajustada que la anterior". Francia y Alemania han sido las naciones más tocadas. "Que la extrema derecha haya subido en los países fundadores de la UE es sintomático y simbólico. Cinco de los seis fundadores han tenido subidas historias", explicaba en un encuentro con la prensa para comentar los resultados de las europeas. El hecho de que el AfD se convierta en segunda fuerza en Alemania, para mí, lo que representa es que el país está revisitando su historia o que lo ha olvidado. Ha votado como segunda bastante un partido fascista. En eso, si le sumamos la victoria de Le Pen, tendrá mucho impacto en la UE".

En este sentido, destaca que esta subida de la extrema derecha podría afectar a la renovación de cargos. "El ambiente político está enrarecido y es mucho más duro", aunque la participación subió ligeramente hasta el 51%. Las subidas de la extrema derecha son difíciles y fáciles de explicar al mismo tiempo. Así, constata que "hay una erosión del lenguaje político que quedará. Un discurso del odio y la erosión del debate" un hecho, constata que "forma parte de la nueva relación política".

Marine Le Pen / Efe

Para Héctor Sánchez Margalef, también investigador del CIDOB, las elecciones europeas han dejado dos titulares. La derecha aumenta y no está claro todavía si la extrema derecha podría llegar a una minoría de bloqueo, contando los no inscritos y otros pequeños partidos que hay. La gran coalición, pues, aguanta, pero reduce la ventana de oportunidad. Otra noticia que han dejado las elecciones es que, aunque el partido de Viktor Orbán en Hungría haya ganado, ha perdido apoyos. Le ha salido un competidor Péter Magyar, de la formación Tisza. No se sabe a ciencia cierta en qué grupo acabará, pero es posible que lo haga al del Partido Popular Europeu. En Eslovaquia, el partido de Fico, tampoco ha ganado, a pesar del ataque que sufrió hace unas semanas. El siguiente titular al cual hace referencia Sánchez Margalef es que, los nórdicos han sido una sorpresa que abre el debate sobre cómo contrarrestar la derecha radical.

Pol Morillas, director del CIDOB, destacaba que habrá más vetos que en las últimas elecciones. Un acercamiento entre la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Giorgia Meloni molestará en Renew Europe y también a los socialistas. Eso, según insistía, dificultaba un centro poderoso. En el mismo Partido Popular Europeo, también los molestará una aproximación de Von der Leyen a los verdes.

Primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante las reuniones del G7, en Italia / Efe

¿Por qué ha aumentado lo extrema derecha?

Podría haber múltiples respuestas a esta pregunta, pero los investigadores del CIDOB destacan que no nos hemos recuperado de ninguna de las crisis del 2008. Constatan que se arrastran varias crisis y que solo se ha sabido dar respuesta a partir de la pandemia. El hecho de que la vida de los ciudadanos europeos no se acabe de recuperar genera un foco de malestar a la sociedad. Por otra parte, el tema de la migración también genera controversia. Por ahora, se ha externalizado el control de las fronteras europeas en países terceros y lo que se hacía para cohesionar en el ámbito interno, ha dejado de funcionar. Real o percibido, aseguran los investigadores, el problema existe.

Colomina destaca que Meloni representa o es la extrema derecha soluble, la que se puede diluir con leche. "Soy muy crítica con eso, porque al final no se trata solo de llegar a acuerdos con fuerzas políticas. Ya se les ha comprado la retórica y si hemos aprendido de Francia y su evolución es que de unos partidos que compraban la derecha, votaban el original". Pone énfasis en el hecho de que hay malestar social que no se dirige. "Se han puesto temas concretos, como el Next Generation para paliar con los costes sociales de la pandemia, pero no se ha conseguido que la ciudadanía lo viva". En este contexto, destaca que la sociedad convive muy mal con la incertidumbre. "Se quieren certezas ya y eso penaliza".

También hay una clara referencia al voto joven. "Es diferente de la estructura clásica. Los jóvenes no participan en función de la ideología sino de las causas. La proximidad de los jóvenes en estas fuerzas es clara, la extrema derecha se ha apuntado a la movilización de los jóvenes".

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría / Efe

¡Alerta, que viene el lobo!

Paralelamente, Morillas constata que hay una tendencia al hacer las elecciones en momentos clave "porque si no, viene la extrema derecha como elemento de movilización". "Esta idea de apelar a la participación porque viene el lobo acaba siendo un contexto político muy diferente. Estamos en un contexto de gran polarización y personalización de la política". Así, la propia extrema derecha también está cambiando, porque las fuerzas de centro siempre dicen "alerta, que si no, vendrán". El director del CIDOB insiste en que el europeísmo tendría que hacer una reflexión en general.

Un hecho que también se ha comentado es el papel de la extrema derecha en los debates. O el no papel. Porque en algunos ni siquiera se ha presentado. Señalan que justo estas formaciones solo tienen cosas que perder en estos debates institucionalizados. "No necesitan hablar a aquella gente y lo saben". Y de hecho, en este sentido, una de las cosas que hay que resaltar y así lo hacían es que la UE tiene prohibido el TikTok a las instituciones europeas, un hecho que consideran un "problema". Precisamente, porque los jóvenes están allí. En todos los estados miembros grandes, una fuerza de extrema derecha o euroescéptica ha quedado en primera posición o segunda. España, en este caso, ha sido una excepción, porque la segunda fuerza han sido los socialistas.

¿Políticas migratorias, punto clave de consenso?

"El punto de inflexión es la normalización del discurso de la extrema derecha. Y ha sido adoptado por el resto de fuerzas políticas. Entre las extremas derechas hay consenso en el tema de la migración", argumenta Blanca Garcés, investigadora del CIDOB experta en migraciones. En este sentido, se busca poner el foco en temas migratorios. La extrema derecha da un paso adelante y la utiliza en sus campañas. No es nueve de las europeas, en las elecciones catalanas, constata, también se ha utilizado este tema. "Genera gran consenso".