Varios medios franceses e internacionales han recibido este sábado una carta que, bajo la firma de "una delegación inesperada", reivindica el sabotaje contra la red ferroviaria francesa que este viernes provocó el caos en el país, pocas horas antes del inicio de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024. La Fiscalía de París ha confirmado que está analizando este comunicado, en el que los autores celebran el sabotaje como una acción de protesta a los juegos, ya que no está claro que sean los perpetradores del ataque contra la alta velocidad francesa. "¿Le llaman fiesta? Lo vemos como una celebración del nacionalismo, una gigantesca puesta en escena de la sumisión de las poblaciones por parte de los Estados," dicen los firmantes, según han filtrado la prensa francesa. Así, el autor o autores critican con dureza las Olimpiadas, que ven como un instrumento de explotación de la población y son utilizadas como una ocasión para poner en marcha dispositivos de vigilancia masiva.

Los argumentos y el lenguaje utilizados, en que los firmantes muestran su rechazo al capitalismo, hace pensar que un grupo de ultraizquierda podría estar detrás del sabotaje. Esta es una línea de investigación qué se había apuntado desde el principio. Otro elemento que da apoyo a esta posibilidad es que el correo electrónico se envió a través de la plataforma Riseup, según informa La Provence, una herramienta que busca "proporcionar herramientas de comunicación en línea para personas y grupos que defienden un cambio social liberador". Los servicios secretos, sin embargo, insisten en la prudencia antes de llegar a cualquier conclusión sobre la autoría, entre otras cosas, porque los elementos de este mensaje no demuestran que los que lo han escrito sean los que cometieron el sabotaje, porque, entre otras cosas, no han dado detalles de cuáles fueron sus acciones. Habrá que descartar que no sea simplemente un mensaje de apoyo a la acción de boicot. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha hecho notar este sábado, en una entrevista en el canal público France 2, que se han recopilado "un cierto número de elementos que nos permiten pensar que sabremos bastante rápido quién es el responsable".

Los ataques consistieron en el incendio de tres instalaciones de señalización en puntos estratégicos de tres de los cuatro corredores principales de esta infraestructura en Francia, los del Norte, Este y del Atlántico. Además, hubo una tentativa de sabotaje en el cuarto corredor, el del Sureste, que pudo ser abortado porque unos empleados de la compañía ferroviaria estatal francesa SNCF sorprendieron unos individuos que huyeron en una camioneta cuando también intentaban destruir un equipamiento similar. Como consecuencia de estos sabotajes, el viernes se cancelaron 200 de los 750 trenes de alta velocidad programados aquel día, cosa que dejó sin viajar a 100.000 personas aquel día. Las perturbaciones han continuado este sábado en los ejes del Norte y del Atlántico, mientras que en el Este se ha restablecido la normalidad una vez reparada la infraestructura dañada. La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) espera una vuelta total a la normalidad el lunes por la mañana.