Francia está viviendo este viernes una cuarta noche de graves disturbios, mientras las autoridades intentan controlar la situación con medidas como la limitación del transporte público y el toque de queda, que, de momento, parece que no ha funcionado. Los graves disturbios se están desarrollando por todas las grandes ciudades del país dejando escenas impactantes de violencia, incendios y saqueos de comercios. El detonante ha sido la muerte durante una intervención policial, y víctima de un tiro de un agente de la policía, de un joven de 17 años, Nahel, en Nanterre, en el norte de París. Precisamente aquí es donde se han registrado incidentes de más dureza.