La justicia de Francia ha prohibido el uso de la lengua corsa en la Asamblea de Córcega. En concreto, el juzgado administrativo de la ciudad corsa de Bastia ha anulado una deliberación del hemiciclo corso que establecía el francés y el corso como las lenguas de uso para los debates. Lo ha anulado al considerar esta decisión es inconstitucional, dado que el artículo 2 de la Constitución francesa determina que "la lengua de la República es el francés". El presidente del Consejo ejecutivo de Córcega, el nacionalista Gilles Simeoni, ha confirmado su intención de recurrir esta decisión. "Es de una violencia absoluta, pero también una demostración del absurdo", ha lamentado en declaraciones en Le Monde, a la vez que ha reclamado que hay que hacer una revisión constitucional sobre esta cuestión.
El 16 de diciembre de 2021, la Asamblea de Córcega aprobó por unanimidad una deliberación para cambiar el reglamento interno y establecer que "la Asamblea y el Consejo ejecutivo son garantes de los intereses materiales y morales del pueblo corso" y que "las lenguas de los debates en la Asamblea de Córcega son el corso y el francés". El Consejo ejecutivo también lo adoptó el 8 de febrero del 2022. Sin embargo, el entonces prefecto de Córcega —figura equivalente a la del delegado del Gobierno—, Pascal Lelarge, pidió que se retirara esta modificación, al considerar que las referencias al pueblo corso y al uso de la lengua corsa eran "inadmisibles", por ser contrarias a la Constitución y la noción de Francia como "República única e indivisible".
La Asamblea de Córcega y el Consejo ejecutivo recurrirán la sentencia
Tanto Simeoni, en calidad de presidente del ejecutivo, como Marie-Antoinette Maupertuis, como presidenta de la Asamblea, se negaron a hacerlo por "razones legales, políticas y filosóficas". "El pueblo corso existe, y la lengua corsa es la lengua histórica de este pueblo", aseveraron. Como respuesta, Francia presentó un recurso contencioso, que finalmente se ha resuelto esta semana con una sentencia desfavorable para los órganos políticos de Córcega.
Maupertuis y Simeoni ya han avanzado que recurrirán la sentencia, pero aparte de la respuesta jurídica, han llamado a todos los grupos a adoptar una postura común ante esta situación en la próxima sesión de la Asamblea."Esta decisión equivale a privar a los representantes electos de Córcega del derecho a hablar su lengua", han afirmado en una nota de prensa, en la que también han asegurado que aceptar la decisión "es impensable". Con todo, los representantes de Córcega han valorado que el fallo judicial también es una confirmación de que hay que revisar la Constitución para "garantizar a la lengua corsa el estatus de cooficialidad, condición esencial para su supervivencia y desarrollo."
El Ministerio de Cultura de Francia reconoce el corso como una "lengua regional" igual que el catalán, el bretón o el vasco, pero nunca ha admitido que se pueda convertir en una lengua cooficial. El año 2013, la Asamblea de Córcega aprobó una resolución para reconocer la cooficialidad del corso con el francés, pero es un reconocimiento simbólico, porque la Constitución francesa no lo admite. Como muchas otras lenguas minoritarias en el mundo, la lengua corsa se encuentra en una situación de vulnerabilidad que podría comportar su desaparición en el futuro, según la clasificación de la UNESCO.