Nueve días después de la moción de censura contra el gobierno del conservador Michel Barnier, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha nombrado un nuevo jefe del ejecutivo: se trata de François Bayrou, líder del Movimiento Demócrata (MoDem), quien tiene el reto de reconciliar la vida política del país. Pero, ¿quién es François Bayrou, nuevo primer ministro francés? Para empezar, destacamos que es centrista, occitano y contrario a la represión del 1-O.

Sí, sí, el nuevo jefe del ejecutivo francés condenó la actuación de la policía española en Catalunya en octubre de 2017. Al día siguiente de la celebración del referéndum, Bayrou fue entrevistado en Europe 1 y dijo que le habían impactado las imágenes de violencia. "Cada vez que hay porras contra las papeletas, las porras pierden", manifestó. En esta línea, añadió: "Esto que pasa a Catalunya es muy preocupante, muy preocupante para España, porque se percibe claramente que aquí hay alguna cosa que afecta profundamente a la unidad de España, del país formado por varios pueblos".

Para entender mejor su postura, hace falta tener en cuenta que Bayrou es filólogo de formación y firme defensor de las lenguas "regionales" de Francia. Nació hace 73 años cerca de Pau (capital de Bearn), donde también nació Enrique IV de Francia y III de Navarra. De hecho, el nuevo primer ministro es conocido para ser uno de los máximos expertos del monarca al cual la leyenda atribuye la frase "París exactamente vale una misa" y que puso fin a las cruentas guerras de religión entre católicos y hugonotes del siglo XVI.

Con el nombramiento de este viernes, pone el colofón a cuatro décadas de una carrera política que ha transcurrido entre el ámbito local, dos ministerios franceses y el Parlamento Europeo. Ha sido tres veces candidato al Elíseo y encontró en Macron la encarnación de su aspiración política, la de una figura que rompiera el mapa partidista del país. Eso lo llevó a hacer marcha atrás en sus aspiraciones presidenciales y a convertirse en uno de sus principales aliados, motivo por el cual ahora recibe el encargo de maximizar su credo ideológico: romper líneas entre la izquierda y la derecha para reconciliar la vida política del país.

Exponente del centro francés

Esta máxima lo ha convertido en el exponente principal del centro político en el estado francés, donde se ha esforzado en crear un espacio propio desde que heredó el liderazgo de la democristiana UDF —un movimiento de centroderecha que consiguió llevar a Valéry Giscard d'Estaing al Elíseo en 1974. Inmerso en la amalgama gaullista, entró en política a 25 años como consejero departamental de los Pirineos Atlánticos (donde se ubica Pau, su feudo histórico). Escaló dentro del partido y consiguió el escaño de diputado, que mantuvo hasta el 2012. Por el camino, esculpió su propia imagen: la de un político que quería buscar un camino propio, lejos del gaullismo, pero asociado al gaullismo.

Así, el año 1993 fue nombrado ministro de Educación del gobierno conservador de Édouard Balladur, durante la presidencia del socialista François Mitterrand. Tal cosa lo hizo alejarse del poder en las presidenciales de 1995, después de la victoria de Jacques Chirac. Pero Bayrou ya había conseguido un perfil propio como centrista, de manera que encabezó una lista para las europeas el año 1999 contra el socialista François Hollande y el conservador Nicolas Sarkozy.

Bayrou, leal a Macron

En el 2002 se lanzó por primera vez a la conquista del Elíseo y quedó en cuarta posición, con el 6,84% de los votos. Más lejos todavía de la derecha francesa, en las presidenciales de 2007 consiguió el 18,57% de los votos, cosa que le permitió hacer de árbitro entre Sarkozy y la socialista Ségolène Royal. No dio apoyo a ninguno de los dos, pero se mostró más contrario al conservador, que se impuso igualmente. Con su popularidad creciente, reagrupó el centro político en el MoDem y rompió definitivamente con la derecha tradicional.

Criticado por ser "buenista", consolidó el suyo electoral en torno al 10% en su última aventura presidencial de 2012. En 2014 fue elegido alcalde de Pau, aunque siguió siendo una figura nacional. La muestra es su papel importante en el lanzamiento del movimiento político de Macron el año 2016, que lo llevaría al Elíseo en 2017. Así, Bayrou fue nombrado número 2 del ejecutivo y ministro de Justicia, pero tuvo que dimitir por una acusación de financiación ilegal de su partido —de la cual fue finalmente absuelto por falta de pruebas—. Nunca ha dejado de ser una voz influyente en el presidente, a la vez que crítica.

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