La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, ha presentado este lunes un esbozo político financiero sobre una Escocia independiente. Se trata del tercer documento Building a New Scotland ("Construyendo una Nueva Escocia", en inglés), que en esta ocasión lleva el título de A stronger economy with independence ("Una economía más fuerte con la independencia") y revela cómo serán la frontera, la moneda y la economía si el país rompe con el Reino Unido. Recordemos que el gobierno escocés pretende celebrar un nuevo referéndum de autodeterminación el 19 de octubre del 2023, mientras que el actual ejecutivo británico rechaza la idea. El asunto está en los tribunales.
La frontera y la economía
Respecto de la frontera, una Escocia independiente volverá a unirse a la Unión Europea. "Recuperaríamos la libertad de movimiento y el acceso al mercado único, que es siete veces mayor (que el británico)", ha argumentado Sturgeon. En clave económica, las ventas escocesas en países del bloque comunitario fueron el 19% del total el año 2019; en cambio, las transacciones con el resto del Reino Unido representaron el 60%. Volver a la UE significaría que "los negocios volverían a operar dentro de todo el mercado único", señala el documento. "La gente y los bienes podrían moverse libremente entre Escocia y los otros 27 estados miembros, dando acceso a los empresarios a las habilidades y el talento", añade. Además, el país se mantendrá en la Common Travel Area ("Zona de viaje común"): "Esto querrá decir que la gente podrá moverse libremente entre Escocia, el Reino Unido e Irlanda".
En esta línea, el documento muestra cómo quedarán los límites marítimos de Escocia y el Reino Unido. Estos límites marítimos están diseñados de acuerdo con la actual Zona Económica Exclusiva (ZEE) británica, que son zonas del mar sobre las cuales los países costeros tienen derechos y deberes soberanos exclusivos en relación con los recursos naturales (pescado, recursos energéticos...). El 63% de la actual ZEE británica es escocesa y ocupa unos 462.315 kilómetros cuadrados (seis veces mayor que la superficie del país). Pero si se incluye toda la plataforma continental que se extiende más allá de esta zona, los mares escoceses tienen una superficie estimada de 617.643 kilómetros cuadrados (más de dos veces la superficie del Reino Unido). Será la cuarta ZEE más grande de la UE, por delante de Irlanda, Francia o Portugal.
La moneda y la economía
El extenso documento, de 110 páginas, asegura que en una Escocia independiente se crearán nuevas instituciones para asegurarse de que habrá unas finanzas públicas sostenibles. "Las decisiones sobre impuestos, gastos y préstamos estarán informadas por las mejores prácticas internacionales", apunta. Así pues, contará con un banco central desde el primer día y tendrá su propia moneda "tan pronto como sea posible": la libra escocesa, de la cual todavía no se ha difundido el diseño. Es verdad que al principio mantendría la libra esterlina como moneda oficial, "hasta que sea el momento adecuado". Finalmente, hay que destacar que el gobierno escocés propone una inversión de hasta 20.000 millones de libras en nuevas infraestructuras durante los primeros diez años de la independencia para "dar un impulso a la economía en los primeros años de una nueva Escocia".