La noche de la séptima jornada de la invasión rusa en Ucrania ha estado marcada por fuertes bombardeos sobre la capital, Kiev. Las sirenas para alertar la población de los bombardeos no se han detenido hasta la noche, cuando un misil ha impactado cerca de la estación del Sur de la ciudad. De momento, sin embargo, el país resiste y no está claro que Moscú haya conseguido el control de ninguna de las ciudades más importantes después de una semana de ataques. Así y todo, Rusia ha comunicado por primera vez desde el inicio de la invasión las bajas en su ejército. Concretamente, el balance contabiliza 498 muertos y 1.597 heridos en las filas rusas, mientras que Ucrania asegura que las cifras reales son mucho más altas. Además, y a pesar de lo que Putin prometió a Macron, los misiles por toda Ucrania estarían impactando en muchos casos contra edificios donde hay población civil. El gobierno ucraniano ha informado este miércoles de que más de 2.000 civiles han muerto desde el estallido de la guerra.
Explosión en la estación
Según varios testimonios que llenan las redes sociales, este ha estado el momento en que un misil ha explotado cerca de la estación de ferrocarril en Kiev. Todavía se desconoce si ha habido muertos y las vías todavía estarían en uso. Esta estación es un punto clave donde se están llevando a cabo las evacuaciones de la población civil. El objetivo de Putin después de una semana de movilización militar sería rodear la capital y hacerla caer, o atacarla muy fuertemente para forzar la rendición del gobierno. Según los Estados Unidos, el ejército ruso se encontraría "estancado" en el intento de controlar Kiev, ha informado al Pentágono. "Tenemos algunos indicios, nada que podamos verificar independientemente al 100%, pero son algunos indicios, que los ucranianos han intentado, de hecho, ralentizar este convoy", ha apuntado al portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby, en una rueda de prensa. El responsable estadounidense ha añadido que otro de los motivos del estancamiento del convoy, que avanza desde el norte hacia la capital ucraniana, son "problemas logísticos y de mantenimiento", que los rusos no habían anticipado. En eso se suma las tácticas de guerrilla que ha utilizado en las últimas jornadas la población civil de acuerdo con las recomendaciones del gobierno ucraniano, que incluyen cerrar el paso, desorientar y disparar contra los vehículos de suministro rusos.
Por otra parte, el ministerio de Interior ucraniano ha informado de que otro misil ruso habría impactado y destrozado una planta de suministro de calefacción, hecho que habría dejado parte de la ciudad sin poder calentar las casas. Mientras tanto, en el sur de Ucrania "parece que las fuerzas rusas están afrontando en general menos resistencia que en el norte", ha indicado Kirby.
Bombas en el sur
Paralelamente, Khárkiv, la segunda ciudad de Ucrania con 1,4 millones de habitantes y situada en el este del país, ha sido atacada este miércoles por las fuerzas rusas con misiles contra varios edificios oficiales y una universidad, han informado las Fuerzas Armadas ucranianas. En los ataques han muerto al menos cuatro personas y nueve más han resultado heridas. Las explosiones han tenido lugar en el centro mismo de Khárkiv, a 1,5 kilómetros de la plaza de la Libertad, que fue bombardeado la noche anterior. Además, durante la madrugada Rusia ha lanzado tropas aerotransportadas, que han tomado el control la estación de tren y el puerto fluvial y han atacado un hospital militar, donde se han enfrentado con soldados ucranianos. Mientras tanto, prosiguen los combates entre las fuerzas ucranianas y rusa por el control de la ciudad de Mariúpol, en el sur del país.