El nacionalismo galés saldrá a la calle el próximo uno de octubre para hacer público su clamor a favor de la independencia. Organizada por el grupo de presión soberanista All Under One Banner, que reivindica el derecho a decidir dentro del Reino Unido, y con el apoyo de YesCymru, la Marcha por la Independencia recorrerá el centro de Cardiff y será la segunda que se convoca al Gales desde la pandemia. Casualmente, la manifestación coincidirá con el quinto aniversario del referéndum de independencia de Catalunya. Tal como indican los organizadores a su sitio web, la acción supondrá el "retorno al lugar de la primera marcha por la independencia galesa de la historia", que tuvo lugar en la capital el 11 de mayo de 2019, y que contó con la participación de unas 6.000 personas. De momento, la página de Facebook que publicita el acontecimiento cuenta con más de 500 personas que ya han confirmado su asistencia.

Ruta de la marcha por la independencia de Gales el 1 de octubre en Cardiff

Crece el independentismo galés

La crisis por el alto coste de la vida, los problemas con el Brexit, la dimisión del primer ministro Boris Johnson y los avances en los nacionalismos escocés y norirlandés habrían animado el sentimiento independentista en Gales, o al menos dado la oportunidad de imaginar un futuro alternativo a los nacionalistas. De hecho, en los últimos comicios en el país, el histórico partido independentista, Plaid Cymru, consiguió más del 20% del voto. Según las encuestas más recientes del portal YouGov, el 25% de los galeses votarían a favor de la independencia-- 36% si no se tienen en cuenta los indecisos-- hecho que supone cuatro puntos más que a principios de año. El incremento en el apoyo a la autodeterminación se materializó, además, en la primera marcha independentista pospandemia, celebrada en marzo en Wrexham.

Convocatoria de la marcha por la independencia

Una cuestión de identidad

Preguntado sobre cuáles son las razones que explican el auge del independentismo en Gales, el líder de Plaid Cymru, Adam Price, explicó a Nation Cymru, justo cuando se empezaba a notar en las encuestas que "eso confirma la creciente opinión que la Unión está fallando a todas las partes del Reino Unido más allá de la burbuja de Westminster." De hecho, no es poco común que los países que forman la Unión se sientan ignorados por el gobierno de Londres. Una encuesta también mostró entonces que un 53% de personas a favor de la independencia "siente que Gales tiene actitudes sociales diferentes del Reino Unido". En definitiva, es un problema identitario. Más allá de su cultura e idioma únicos en la región, Gales es un caso especial, ya que la configuración constitucional actual del Reino Unido otorga un cierto poder al parlamento galés, pero no tanto como el de Escocia o Irlanda del Norte. Bajo el acuerdo actual, el parlamento galés no tiene poderes para crear sus propias leyes, y, por lo tanto, dependen en gran parte del gobierno central.