El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza ha alertado este jueves de que no quedan existencias del 37% de los medicamentos esenciales, una vez se acaben, ni de más de la mitad de los fármacos usados contra el cáncer o enfermedades sanguíneas, después de más de 40 días del bloqueo israelí a cualquier suministro. "Los quirófanos, las unidades de cuidados intensivos y las salas de emergencia están funcionando con existencias agotadas de medicamentos y suministros médicos que salvan vidas", ha alertado en un comunicado.
Según esta entidad, 80.000 pacientes con diabetes y 110.000 hipertensos no tienen medicación en la devastada Franja, donde hospitales y centros médicos han sido el blanco continuo de ataques de artillería y aéreos, además de batidas militares. Por eso, el ministerio, bajo el gobierno de Hamás, hizo un llamamiento urgente para aumentar las existencias a hospitales y centros de atención primario, ya que el déficit "ha alcanzado niveles peligrosos y sin precedentes".
Ofensiva israelí que obliga a más desplazamientos
La ofensiva israelí ha desplazado forzosamente la mayoría de la población, obligándola a amontonarse en tiendas de campaña en la zona de Al-Mawasi, al lado de basura y donde no tienen unas condiciones de higiene mínimas o de infraestructura.
El 2 de marzo pasado, las autoridades israelíes anunciaron un nuevo veto de suministros, prohibiendo la entrada en la Franja de agua, alimento, gasolina, ayuda humanitaria y comercial. Este bloqueo ya ha superado el del inicio de la guerra, que duró del 7 al 21 de octubre, y sitúa centenares de miles de personas de Gaza próximas al hambre, según la ONU.
Esta semana, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a Israel para que ejerza sus responsabilidades como "potencia ocupante" y recordó que a Gaza no entra "ni una migaja de ayuda" desde hace más de un mes, convirtiendo el enclave en "un campamento de muerte".
Ni sin agua ni sin electricidad
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha acusado este martes Israel de bloquear el acceso al agua en la Franja de Gaza, mediante el corte de suministro eléctrico e impedir que entre combustible al enclave, como "otra arma de guerra" contra la población de Gaza. "Esta nueva ola de bombardeos ha matado miles de personas en menos de un mes. Y mientras tanto, las fuerzas israelíes siguen privando de agua la población de Gaza, mediante el corte de la electricidad y el bloqueo en la entrada de combustible, dos recursos que son necesarios para la infraestructura hídrica, incluidas las bombas de agua", han dicho a través de un comunicado.
Desde que Israel cerró los cruces fronterizos el 2 de marzo pasado, dos días después del final de la primera fase del alto el fuego, la entrada de combustible ha sido restringida, cosa que ha afectado a las bombas de agua y las plantas desalinizadoras del enclave.