Por cuarta noche consecutiva, Tiflis, capital de Georgia, ha estado el escenario de una gran protesta que ha vuelto a acabar en disturbios entre los millares de manifestantes proeuropeos y las autoridades. Los ciudadanos georgianos hace días que salen a la calle para protestar contra la decisión del gobierno de congelar hasta el 2028 el inicio de las negociaciones de adhesión con la Unión Europea (UE) y exigen nuevas elecciones parlamentarias. Últimamente, los georgianos proeuropeos están organizando grandes movilizaciones ante la deriva prorrusa que están tomando el partido que ganó las últimas elecciones parlamentarias. El pasado mes de octubre, partido gobernante ganó los comicios, Sueño Georgiano, hecho que provocó protestas por todo el país que denunciaban una posible intervención del Kremlin. La deriva prorrusa y antieuropea de este partido se ha consolidado ahora que quiere dejar morir las negociaciones para que Georgia sea un nuevo estado en la Unión Europea (UE). ¿Cómo se ha llegado aquí y que están haciendo los georgianos proeuropeos?
La decisión del Ejecutivo georgiano de congelar hasta el 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea ha lanzado más leña al fuego en una crisis política que solo parece que escalar. Este nuevo movimiento del gobierno, cada vez más afín al Kremlin, ha sido recibido con indignación por parte de la oposición a que se ha apresurado a convocar manifestaciones en las cuales miles de personas se han abocado. "No nos detendremos, presionaremos y romperemos este sistema que no nos lleva a Europa, sino a Rusia", ha pedido a los manifestantes, Guiorgui Vashadze, a uno de los líderes de la coalición opositora Unidad-Movimiento Nacional.
La respuesta del gobierno no se ha hecho esperar, ya el segundo día de protestas se declararon ilegales las protestas opositoras contra la congelación de las negociaciones con UE. Desde el Ministerio del Interior georgiano, se insiste en decir que estas protestas están en el margen del derecho de reunión y manifestación. Además, este lunes, el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, ha amenazado con pedir al Tribunal Constitucional la ilegalización de los partidos opositores, a los cuales ha acusado de actuar abiertamente contra la orden legal vigente en el país.
Las calles de Georgia estallan (con fuegos artificiales)
La represión contra los manifestantes solo ha escalado la tensión en las manifestaciones, que están acabando con enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Desde el jueves pasado, según las autoridades, han sido detenidos 224 manifestantes por desacato y vandalismo, y 113 policías han resultado heridos mientras cumplían su deber. La policía está reprimiendo las protestas con todas las herramientas que tienen a su alcance, incluyendo cañones de aguas que utilizan contra los manifestantes.
This is a Georgian girl against a water jet. 🇬🇪
— Gocha Gogsadze (Little Soldier Fella) ������������������������ (@fella_soldier) December 1, 2024
We will resist until the victory! 🇪🇺#GeorgiaProtests pic.twitter.com/Vh83fa8ZRb
Por su parte, los manifestantes están respondiendo con barricadas desde las cuales tiran objetos a la policía. Los últimos días están utilizando de forma regular fuegos artificiales. Como medida de ataque y defensa improvisada, las calles de Tiflis se llenan de fuegos artificiales que van dirigidos a la policía.
🇬🇪❤️Georgians, Keep Fighting!
— Anonymous TV �������� (@YourAnonTV) November 30, 2024
🇬🇪✊️Their fear of your unity and strength reveals their weakness❗️#FreeGeorgia #Tiflis #TiflisProtests #Georgia #GeorgiaProtests pic.twitter.com/FBL7wko2TJ
¿Qué dice Moscú?
El Kremlin alertó este lunes de los intentos de organizar una revolución popular a la ucraniana a Georgia. "Se dan todos los indicios que se intenta organizar una Revolución Naranja", ha afirmado Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la rueda de prensa telefónica diaria. "Hemos visto sucesos similares en otros países. El paralelo más directo es lo que pasó al Maidan en Ucrania", ha sostenido al portavoz en alusión a las dos revoluciones ocurridas al país vecino en el 2004 y en el 2014. En el caso de esta última revolución, el detonante también fue la decisión del Gobierno ucraniano de suspender al último momento la firma de un Acuerdo de Asociación con la UE.