El presidente del Parlamento georgiano, Shalva Papuashvili, ha promulgado este lunes la ley de Transparencia de la Influencia Extranjera, pocos días después de que los legisladores superaran el veto impuesto a la polémica norma por la presidenta Salomé Zurabishvili. "Firmé la ley que nos tiene que proteger de la injerencia política, económica y social desde el exterior", ha destacado Papuashvili.

Ha insistido en que se trata de una "ley georgiana", en referencia a las críticas de la oposición y Occidente que comparan la normativa con una ley utilizada por Rusia para hacer callar a los disidentes. Según Papuashvili, ahora los ciudadanos sabrán "en qué se gasta el dinero" de las ONG, algunas de las cuales utilizan los fondos para "amenazas y terror".

A partir de este martes, cuando la normativa entre en vigor, las organizaciones no gubernamentales y los medios con más de un 20% de financiación exterior tendrán que presentar una vez al año declaraciones públicas. Las primeras declaraciones sobre las fuentes de financiación de estas organizaciones se harán públicas en septiembre de este año.

Según las autoridades, el 80% del dinero con que se financian medios y ONG en Georgia es poco transparente y puede ser destinado a acciones de desestabilización con vistas a las elecciones parlamentarias del 26 de octubre.

El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, ha asegurado hoy que la aprobación de la ley, que ha provocado numerosas protestas en el país y críticas en el extranjero, "no es una victoria del poder y una derrota de sus oponentes". "Con la aprobación de la ley, ganó Georgia, y, por lo tanto, solo perdieron los detractores", ha destacado.

¿Qué pasará con Georgia?

La UE ofreció a Georgia el estatus de candidato el diciembre pasado, al mismo tiempo que señaló que Tbilisi necesitaba implementar recomendaciones políticas clave para que sus miembros avanzaran. En respuesta a la votación de la semana pasada, Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores lituano, dijo: "Un día muy triste para Georgia y el resto de Europa. La aprobación de esta ley deja efectivamente en suspense la adhesión de Georgia a la UE, sin ningún beneficio para nadie".

La legislación hizo que centenares de miles de personas salieran a las calles de la capital, Tbilisi, los últimos meses. Acusaban al gobernante partido Sueño Georgiano de tratar de calumniar a las voces disidentes como traidoras y bloquear las aspiraciones del país de ser miembro de la UE.

Hace solo unos días, la UE advertía que tomaría medidas drásticas en caso de que el parlamento de Georgia aprobara el proyecto de ley sobre "agentes extranjeros". Un alto funcionario de la UE habría dicho en el portal Foreign Policy que una de las opciones más probables es la no confirmación del estatus de Georgia como candidata a la UE. La eurodiputada alemana Viola von Kramon-Taubadel expuso a Foreign Policy que la UE tendría que amenazar con sanciones contra centenares de políticos georgianos, en particular contra Bidzina Ivanishvili, fundadora del partido pro-Kremlin Sueño Georgiano. Así pues, habrá que ver cómo se gestiona esta última maniobra.