Las cuevas de hielo ubicadas en el glacial de Mendenhall en Juneau, en Alaska, son formaciones de hielo naturales escondidas en uno de los lugares más curiosos y bonitos del mundo. Las cuevas son accesibles solo para los viajeros más aventureros.

Cuando se entra en la cueva, tal como describe el portal Alaska Shore Excursions, se ve inmediatamente que el hielo que lo rodea es azul. El hielo tiene este color sorprendente porque absorbe todos los colores del espectro de luz visible, excepto el azul que refleja. Miles de años de nevadas acumuladas crean una enorme cantidad de peso y comprimen las burbujas de aire para formar el hielo. La densidad y la transmisión es lo que permite este color tan intenso y admirable.

Todos los ciclos del agua en una sola cueva

No hay muchos lugares del mundo que te permitan experimentar todos los ciclos del agua a la vez. Pero este glaciar sí. Para acceder al interior, se tiene que ser consciente de que se tendrá que circular con canoa o kayak hasta junto al hielo y después hacer una caminata por el glaciar. El viaje duro medio día y es solo recomendable para aquellos que vayan con guía experto y familiarizado con el terreno.

Unas cuevas que se esconden y son difíciles de encontrar

Los glaciares, y especialmente las cuevas, cambian, se deshacen y caen constantemente y son complicadas de encontrar. En general, una corriente de agua del glaciar puede conducir a la apertura de una cueva de hielo. Cuando se localiza una cueva, no siempre es segura. El mismo portal destaca que mejor no entrar en este tipo de cestos sin guías especializados ni equipo adecuado. Aparte de las cuevas, también se puede caminar o bien remando por el lago.

Las cuevas de hielo a las que se puede acceder acostumbran a ser rocosas, pero el hecho de que sean temporales las hace diferentes. El hielo se funde y adquiere formas diferentes, destaca la web de información Alaska Shore Excursions, y los glaciares avanzan o retroceden constantemente. Las cuevas de hielo no duran nunca mucho tiempo. Y eso, hace que explorar este tipo de cestos sea una experiencia única.

Las cuevas de hielo que se encuentran en el glaciar Mendenhall son algunas de las más famosas del mundo. En este sentido, la complejidad de las cuevas hace que cambie de manera constante. Y precisamente estos cambios tan frecuentados hacen que muchos exploradores se acerquen año tras año. Hay cuevas parecidas a Islandia y la Patagonia.

 

 

Imagen principal: Mendenhall / Flickr Matthew Ringel