El gobierno canadiense convoca elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril en medio del pulso con los Estados Unidos. La decisión la ha comunicado este domingo el primer ministro del país, Mark Carney, después de una semana y pico al frente del ejecutivo. Con poco más de cuatro semanas de campaña electoral, el líder del Partido Liberal tendrá que demostrar que tiene la confianza de la ciudadanía que en las últimas elecciones votó a Justin Trudeau, quien presentó su dimisión el pasado 14 de marzo.

Carney explica a través de un tuit que ha pedido a la gobernadora y actual jefe de Estado en funciones, Mary Simon, que disuelva el Parlamento y adelante seis meses las elecciones federales. Aunque la renuncia de Trudeau desestabilizó al Partido Liberal, las últimas encuestas apuntan ahora que este podría ganar por cuarta vez consecutiva y conseguir la mayoría absoluta en la cámara baja del Parlamento.

Una campaña marcada por Trump

En el comunicado que ha hecho en redes, el político ha reiterado su voluntad de convertir Canadá en "la economía más fuerte del G7" para plantar cara a los Estados Unidos. "Tenemos que hacer frente a los aranceles del presidente Trump. Los canadienses merecen una opción sobre quién tendría que dirigir este esfuerzo para nuestro país", ha expresado Carney al mensaje. El liberal ha dejado claro que no se quedará callado ante las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y que responderá a golpe de aranceles las acciones del republicano.

En los poco más de 50 días que la administración Trump lleva al frente de la Casa Blanca ya se han fijado aranceles del 25% al aluminio y el acero canadiense. Por su parte, el gobierno de Carney impuso gravámenes por un valor de 21.000 millones de dólares, unos 19.000 millones de euros, a quien había sido hasta el momento uno de sus socios.

Carney, un político desconocido

Carney, de 60 años, tendrá que superar una prueba de fuego si quiere continuar al frente del ejecutivo canadiense porque todavía es una figura poco conocida entre la ciudadanía. De hecho, no ha sido nunca ni diputado ni ministro; él ha dedicado su carrera a la banca y ha sido el primer británico a dirigir el Banco del Canadá. Su opositor, el conservador Pierre Poilievre, de 45 años, es más conocido, pero hay quien lo ve demasiado próximo a la manera de hacer del presidente estadounidense.

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