El ejército del Níger ha anunciado este miércoles haber derrocado al presidente legítimo del país, Mohammad Bazoum, después de la "degradación continua de la situación de seguridad y la mala gestión económica y social" y ha decretado el cierre de las fronteras. Así pues, la inestabilidad se apodera de un Estado africano en una zona delicada de la región, como recuerda The Guardian. Níger, una antigua colonia francesa donde el país todavía tiene influencia, ha sido los últimos años un aliado de potencias occidentales a una zona marcada por golpes de Estados, convulsión política y la amenaza yihadista, según recuerda el diario británico. Ahora es el mismo país que sucumbe a un golpe de estado.
En tres comunicados leídos en la televisión nigerina, los representantes de los golpistas, organizados en una plataforma autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), reafirman su "respeto a todos los compromisos firmados por el Níger". Los militares indican en los comunicados que "todas las instituciones de la Séptima República están suspendidas" y que "las fuerzas de defensa y de seguridad manejan la situación".
Instituciones suspendidas, fronteras cerradas y una serie de peticiones y compromisos. "Se pide a todos los socios exteriores que no se inmiscuyan", añaden para decretar el cierre de las fronteras terrestres y aéreas "hasta la estabilización de la situación". Los golpistas se comprometen además ante la comunidad nacional e internacional a respetar la "integridad física y moral de las autoridades derrocadas de acuerdo con los principios de los derechos humanos".
Horas confusas en Níger
Todo empezó horas antes de que los militares dieran su mensaje triunfal en la televisión. Las horas que precedieron este mensaje estuvieron marcadas por la confusión. El intento se inició con el cierre de los accesos del Palau Presidencial con el presidente dentro y el posterior anuncio por la por Twitter de que elementos de la Guardia Presidencial estaban ejecutando una acción "antirrepublicana". Los partidos que conforman el gobierno del Níger pidieron a los golpistas que tomaron el Palau Presidencial que depusieran las armas y al pueblo nigerino que se movilizara de forma masiva para defender la democracia. Sin embargo, a estas alturas, parece que este llamamiento no ha calado suficiente, pero habrá que ver cómo evolucionan las próximas horas.
Hubo precedentes hace un par de años. El 31 de marzo del 2021, las autoridades nigerinas abortaron una tentativa de golpe militar contra Bazoum dos días antes de su investidura, que se limitó a una serie de tiroteos cerca del Palau Presidencial en la capital del país.
Preocupación internacional
Las primeras reacciones internacionales a los hechos se han empezado a ver. El Níger se había convertido en un gran aliado para las potencias occidentales en la lucha contra el yihadismo en la zona del Sahel. El secretario general de la ONU, António Guterres, habló este miércoles con el presidente derrocado y le trasladó el apoyo y la solidaridad ante la violación de la legitimidad constitucional en su país, que fue condenada por varios países y bloques regionales.
La Unión Europea (UE) ha condenado los hechos y también ha pedido la liberación del presidente. "La UE condena cualquier intento de desestabilizar la democracia y amenazar la estabilidad del Níger", dijo al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.