Alemania vive un momento especialmente complejo políticamente, como el conjunto de Occidente después de la gran crisis económica global del 2008 y la inestabilidad política sucesiva al empeoramiento de las condiciones materiales de vida de las personas durante las décadas posteriores. Si ya se ha experimentado en otros países como Estados Unidos con Donald Trump (2017-2021), en  Brasil con Bolsonaro o incluso al Reino Unido con Boris Johnson y en Argentina con Milei, ahora en lo que ha sido durando años motor económico europeo hay un auge del populismo de derechas, como ejemplariza que el partido Alternativa para Alemania (AfD), antiinmigración y muy euroescéptico, se sitúe segundo en las encuestas. Además, recientemente se ha vivido un crecimiento de la violencia política por parte de los ultras, como la agresión a un eurodiputado socialdemócrata mientras colgaba carteles electorales. Buena parte de los grandes grupos empresariales del país, sin embargo, están en contra y alertan del "peligro" de estos tipos de partidos.

Más de una treintena de grandes corporaciones alemanas o que operan allí se han aliado para hacer frente común contra el populismo ultra, al cual ven como una amenaza para el orden económico vigente, como un factor de inestabilidad que pone en peligro "la prosperidad". Se trata de corporaciones como el gigante del acero Thyssenkrupp, las empresas de coches Mercedes-Benz, BMW, Volkswagen y Ford, las empresas de electrodomésticos Siemens y Bosch, la de logística y mensajería DHL, Henkel, la farmacéutica Bayer, la multinacional de seguros Allianz, la ferroviaria Deutsche Bahn o el Deutsche Bank. Todas ellas piden "una Europa unida" y que abrace "la diversidad, la apertura y la tolerancia", valores que consideran "el éxito" en el pasado y para el futuro para mantener el funcionamiento de la sociedad. "Son los valores que mantienen en marcha el motor de nuestro sistema económico", aseguran, en un comunicado conjunto.

Vota a las europeas "contra el odio y el populismo"

"Lado a lado. Como empresarios y empleados. Como colegas. Solo en Alemania trabajan en nuestras empresas 1,7 millones de personalidades diferentes y de diferentes orígenes. Juntos queremos evitar una fuerte señal contra el odio y el populismo y a favor de la apertura y la diversidad como base de nuestra prosperidad", argumentan las citadas corporaciones en su comunicado conjunto, que emiten justo cuando quedan pocas semanas para las elecciones europeas del próximo 9 de junio. En este sentido, los poderes económicos alemanes hacen un llamamiento a ir a las urnas aquel día para enfrentarse "al populismo y el extremismo".

Inmigración para tener mano de obra y frenar el envejecimiento

Directivos como Richard Lutz (Deutsche Bahn), Roland Busch (Siemens) o Christian Sewing (Deutsche Bank) han argumentado en el diario alemán Bild que "se han cruzado las líneas rojas", en materias como el antieuropeísmo o la repatriación forzada de migrantes, y que por eso este conjunto de empresas se pronuncian políticamente de forma explícita. Los tres directivos argumentan que estas posturas de AfD "dañan la economía" porque hacen traquetear la "estabilidad" política. A su vez, los directivos defienden que sin inmigración, si bien defienden que regulada, la sociedad alemana se encamina al envejecimiento y que de esta forma "no se podrá mantener la prosperidad". En suma, "necesitamos más Europa", avisan, y más mano de obra.