Alud de bajas en la empresa fabricante del software Pegasus. El director ejecutivo de NSO y uno de los fundadores de la compañía, Shalev Hulio, ha renunciado a su cargo, según ha informado este domingo el diario The Times of Israel. Hulio ha estado al frente de NSO en momentos muy complicados, haciendo frente a la publicidad negativa que la empresa ha estado recibiendo en los últimos años, convirtiendo a la compañía en sospechosa de cometer prácticas ilícitas en el ámbito internacional. La empresa, a través de un comunicado, ha indicado que Hulio a pesar de dejar de ser CEO de NSO, seguirá en la compañía supervisando la parte de fusiones y adquisiciones. En más, de la baja de Hulio, según un funcionario de la empresa, bajo el anonimato, ha afirmado que otros 100 empleados, aproximadamente un 13% de la plantilla, también serán despedidos como aparte de un proceso de reorganización. En el mismo escrito, NSO ha asegurado que la reestructuración estudiará "todos los aspectos del negocio, incluida la racionalización de sus operaciones, para garantizar que NSO siga siendo una de las principales compañías de inteligencia cibernética de alta tecnología del mundo, centrada en los países miembros de la OTAN".
Los escándalos de NSO
Aunque la empresa no ha hecho pública su lista de clientes, los gobiernos y las agencias de espionaje de todo el mundo han oído hablar del software Pegasus en los últimos meses a raíz del escándalo con el espionaje a líderes independentistas en Catalunya. El software Pegasus permite entrar en los dispositivos de cualquier usuario y activar el micrófono y la cámara sin permiso. La compañía ha sido vinculada a varios escándalos a raíz de este software de vigilancia. El año pasado, entró en la lista negra del gobierno norteamericano, acusándolos de haber utilizado la herramienta para "realizar represión transnacional". Según un informe de ProPublica, desde entonces, NSO está presionando para salir de esta lista invirtiendo "centenares de miles de dólares en campaña publicitaria". Además, el informe señala que la compañía intentó incluir este tema a la reunión que se produjo el pasado mes de julio en Jerusalén entre el primer ministro Yair Lapid y el presidente norteamericano, Joe Biden.
La compañía se defiende
Se ha hablado de qué países como España, Azerbaiyán, Baréin, Kazajistán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudí, Hungría, la India y los Emiratos Árabes Unidos compraron el programa Pegasus del grupo NSO para dirigirse a activistas, disidentes políticos y periodistas, incluido supuestamente el Marruecos dirigido a franceses. La legalidad y honestidad del software Pegasus está cuestionada por parte de dirigentes políticos y de los ciudadanos. Por su parte, la compañía defiende que solo se vende a gobiernos extranjeros como herramienta para luchar contra criminales y terroristas. NSO asegura que disponen de medidas de seguridad para prevenir los posibles abusos de los estados, pero los sectores más críticos afirman que no es suficiente. La empresa indica que no puede controlar las personas u organizaciones que investigan los gobiernos porque no tiene acceso a la información que recogen.
En Israel NSO también está siendo investigada después de espiar al hijo del ex primero ministro, Benjamin Netanyahu.