El turismo de masas ya no gusta tanto como antes. Especialmente, el impacto que genera entre los locales. Después de las manifestaciones en Barcelona, el hecho de que se hiciera pagar para entrar en Venecia y que Roma se plantee hacer pagar para visitar la Fontana di Trevi, Grecia también tiene planes para los turistas. En este sentido, se impondrá una nueva tarifa de 20 euros a cada turista que desembarca de un crucero en la isla de Santorini o a la de Mikonos durante la temporada alta de verano, en un intento de parar las consecuencias negativas del turismo masificado, informa este lunes el diario heleno Kathimerini.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, había adelantado el sábado pasado, durante un discurso en la Feria Internacional de Tesalónica, que su gobierno introducirá un impuesto a todos los visitantes de crucero que desembarcan durante la temporada alta en las islas griegas. "(Esta tarifa) será más alta a Santorini y Mikonos, y menor en el resto de las islas griegas", señaló Mitsotakis, y recalcó que la base del desarrollo turístico tiene que ser "la protección del entorno natural único" de Grecia.
7 millones de turistas en Santorini y Mikonos
En las dos citadas islas, las dos situadas en el archipiélago de las Cícladas, residen unos 40.000 habitantes, pero el año pasado fueron visitadas por unos 7 millones de turistas, según datos de sus respectivos ayuntamientos en las que ha tenido acceso Efe. El gobierno también planea regular el número de cruceros que pueden llegar diariamente a ciertas islas para evitar el fenómeno de que se registró este verano en Santorini, cuándo en algunos días llegaron dos cruceros simultáneamente, de los cuales desembarcaron unos 16.000 turistas que inundaron la isla a pocas horas.
Por otra parte, a partir del año que viene se aumentará entre en abril y en octubre un impuesto sobre los alquileres a corto plazo, los hoteles y otros alojamientos, ha destacado Mitsotakis al referirse a las medidas planificadas por frenar los efectos nocivos del turismo masificado. "Una buena parte de estos ingresos se volverá a las comunidades locales para que mejoren su infraestructura para hacer frente a la carga (de turistas) que reciben cada verano", ha prometido. Muchas de las islas turísticas griegas afrontaron este verano una seria escasez de agua durante la alta temporada, ya que las redes de suministro no pueden hacer frente a la inmensa demanda.
En este sentido, destaca Efe, el líder conservador ha señalado que se darán incentivos para el desarrollo de los cultivos en invernadero, que son muy productivos y al mismo tiempo gastan una cantidad mucho menor de agua que los cultivos tradicionales. Con respecto a la crisis de vivienda que afronta Atenas, agravado por el turismo, Mitsotakis anunció que "a partir de ahora" y durante un año se prohibirá el establecimiento de nuevos alquileres a corto plazo en el centro de la capital griega. "El derecho de ganar dinero no puede obstaculizar el derecho a tener una vivienda del otro", ha recalcado al líder conservador.