Semana llena de polémica por unas declaraciones del próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Todavía no es presidente de manera oficial, pero Trump no para de iniciar nuevos incendios y despertar 'viejos'. Groenlandia ha sido un nuevo foco de presión, pero no ha sido lo único. El mandatario norteamericano ha avisado de sus deseos de hacerse con el Canadá y también de cambiar el nombre de Golfo de México por el de Golfo de América.
La polémica con Groenlandia no es la primera vez que se despierta. Y esta semana, además, el hijo de Donald Trump, Donald Trump Jr, ha hecho una visita a la isla. En este sentido, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, ha hecho un llamamiento a la unidad y ha instado a los ciudadanos a no entrar en pánico, después de verse envuelto en una batalla geopolítica entre los Estados Unidos y Dinamarca por el interés de Trump en tomar el control del territorio. Egede ha comentado que entendía que la gente pudiera estar preocupada después de que el presidente entrante de los Estados Unidos se negó a descartar el uso de la fuerza militar y económica para obtener el control de Groenlandia, pero ha pedido a sus conciudadanos "dejar de lado las diferencias y estar unidos".
Su gobierno publicó un comunicado el miércoles por la noche reiterando el derecho de Groenlandia a la autodeterminación y añadiendo que espera establecer contacto con la administración Trump. El comunicado, emitido por la ministra de Estado y Asuntos Exteriores, Vivian Motzfeldt, decía que el gobierno reconocía el "papel decisivo e importante de Groenlandia para los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos", razón por la cual, dijo, tiene una base militar norteamericano. Ha añadido, recoge el The Guardian: "Groenlandia espera trabajar con la próxima administración norteamericana y otros aliados de la OTAN para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región del Ártico".
Trump no descarta el uso de la fuerza
En rueda de prensa, esta semana, Trump se negó a descartar el uso de la fuerza militar para apoderarse de Groenlandia y el Canal de Panamá, y también sugirió que tenía la intención de usar la "fuerza económica" para hacer del Canadá parte de los Estados Unidos, cosa que ha provocado controversia en todo el mundo.
El ejército norteamericano mantiene una presencia permanente en la base aérea de Pituffik, en el noroeste de Groenlandia. Groenlandia es crucial para el ejército norteamericano y el sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta entre Europa y Norteamérica pasa por la isla. Este jueves, la embajada de los Estados Unidos en Copenhague dijo que los Estados Unidos no tenían planes de aumentar su presencia militar en Groenlandia. Groenlandia es una antigua colonia danesa y sigue siendo parte del reino de Dinamarca, que controla su política exterior y de seguridad.
El interés de tener Groenlandia bajo poder
Groenlandia es la isla mayor del mundo y el territorio menos poblado, con 2.166 millones de kilómetros cuadrados y solo 57.000 habitantes. No es un territorio independiente, sino que depende de Dinamarca, país que le transfiere el 60% de su presupuesto anual y controla su política exterior y de defensa. A pesar de esta dependencia política y económica del estado danés, Groenlandia no es un territorio pobre en recursos naturales, más bien al contrario. Justamente, sus recursos y su posición estratégica en el norte del océano Atlántico son algunos de los motivos por los cuales los republicanos quieren controlar la isla, según apunta la CNN.
Bajo el hielo que cubre gran parte del territorio de Groenlandia, se esconden grandes concentraciones de valiosos minerales. Conocidas como tierras raras, no son realmente tierra, sino un grupo de elementos químicos que se encuentran en el medio natural y que se caracterizan por tener propiedades similares entre ellos, así como por ser escasos en la corteza terrestre. Estos químicos son utilizados para la elaboración de tecnología y armamento. Actualmente, China domina la explotación mundial de las tierras raras, monopolio que querrían romper los Estados Unidos. Las tierras raras son un elemento muy buscado, de hecho, en numerosas ocasiones ya se ha hablado de la diplomacia de las tierras raras de Mongolia.
¿Qué piensan los groenlandeses?
La emisora pública de Groenlandia ha estado sondeando las opiniones de los residentes sobre la propuesta del presidente electo de los Estados Unidos de comprar el territorio autónomo danés, y algunas de las respuestas podrían levantar algunas cejas. Mientras que algunos de los encuestados describieron el interés de Trump como "peligroso" y "preocupando", otros han sugerido que podrían tener más confianza en Trump" y "escoger los Estados Unidos". Las entrevistas de Kalaallit Nunaata Radioa (KNR) el miércoles se produjeron un día después de la rueda de prensa de Trump.
Algunos residentes consultados por KNR criticaron los comentarios de Trump padre y dijeron que preferirían que la isla permaneciera bajo control danés. "Considero muy peligroso el interés de Donald Trump en Groenlandia", ha explicado el groenlandés Jens Danielsen. "Somos tan pocos habitantes, menos de 100.000, que temo que nuestra lengua desaparezca muy rápidamente, por eso preferiría quedárseme bajo Dinamarca porque la relación entre groenlandeses y daneses funciona bien así como está", ha insistido y recoge otro artículo de la cadena norteamericana.
Pero otros, consultados por la misma emisora, parecían más abiertos a las propuestas de Trump. "Aquí todo es cada vez más caro. Los productos de Dinamarca son extremadamente caros, por lo cual, por descontado, los Estados Unidos parecen más atractivos", destacaba a la empleada de limpieza Karen Kielsen. El estudiante Imaakka Boassen dijo: "No confío completamente en los daneses. Quizás confiaría más en Trump". "Hay muchos daneses en lugares de liderazgo en Groenlandia, pero cuando vivimos en Groenlandia, tendrían que ser los groenlandeses los que lideren", añadía. Otro residente, Anguteq Larsen, aseguraba a KNR que preferiría que Groenlandia fuera independiente, sin tener que depender ni de Dinamarca ni de los Estados Unidos.
Groenlandia: ¿camino hacia la independencia?
Antes de la intervención de Trump, en Groenlandia se había iniciado un movimiento a favor de la independencia de Dinamarca. Egede, partidario de la independencia, había aprovechado su discurso de Fin de Año para defender que su isla se tendría que liberar de los "vínculos del colonialismo" para forjar su propio futuro y había dicho que después de las próximas elecciones se tienen que dar "pasos importantes" para" crear el marco para que Groenlandia sea un Estado independiente".
Para convertirse en un estado independiente, un acuerdo del 2009 con Dinamarca dicta que se tiene que celebrar un referéndum exitoso en Groenlandia. Para conseguir la independencia de Dinamarca, la declaración del gobierno de Groenlandia decía que estaba "abierto a una cooperación mayor y constructiva con nuestros vecinos más próximos". El gobierno añadió: "Groenlandia espera discutir las posibilidades de cooperación comercial, el desarrollo del sector mineral de Groenlandia, incluidos los minerales críticos y otras áreas relevantes con los EE.UU.".
En declaraciones a los periodistas, el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, admitió que Dinamarca "ha olvidado durante muchos años las inversiones necesarias en barcos y aviones que ayudarán a monitorear nuestro reino, y eso es lo que ahora estamos intentando hacer". Quizás este intento llega tarde. Habrá que ver cómo se desarrollan las acciones de Trump, una vez sea, oficialmente, presidente de los Estados Unidos.