El grupo Wagner se detiene. Después de casi un día de avanzar sin freno en dirección a Moscú, desafiando a los estamentos gubernamentales rusos, el líder del grupo de mercenarios, Ievgueni Prigozhin, ha anunciado que sus fuerzas serán enviadas de nuevo a los campamentos para evitar "un baño de sangre". El motivo de este parón en su marcha hacia Moscú ha sido una negociación exprés con el Kremlin y uno de los acuerdos a los cuales se ha llegado sería que Prigozhin no será procesado a cambio de marcharse exiliado a Bielorrusia. Quien parece ha sido determinante para parar a las fuerzas de Wagner y llegar a este acuerdo es Aleksandr Lukaixenco. El presidente bielorruso dice que ha negociado con el jefe de Wagner para detener los movimientos de las tropas del grupo paramilitar y evitar una mayor escalada. Prigozhin ha aceptado la propuesta del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukaixenko para cesar los movimientos de los hombres armados de Wagner y medidas para una desescalada de tensiones", se indicó el canal no oficial Telegram de la presidencia bielorrusa.
Según informa la BBC, el servicio de prensa de Lukashenko ha explicado que las negociaciones entre Wagner, Bielorrusia y el Kremlin han tenido lugar con el acuerdo de Vladímir Putin. "Prigozhin ha acordado parar la marcha hacia Moscú y hacer más pasos para desescalar la situación", dice la declaración. Como parte del acuerdo, los mercenarios de Wagner obtienen garantías de seguridad, pero no está claro que más se ha ofrecido a Prigozhin y sus mercenarios a cambio de parar la marcha hacia Moscú. Según ha informado un portavoz del Kremlin, una de las condiciones del supuesto acuerdo al cual se habría llegado sería que el líder de Wagner, Prigozhin, se irá exiliado a Bielorrusia, pero a cambio no será procesado por "alta traición" por el alzamiento militar que ha tenido lugar este sábado. También se ofrecerá a los mercenarios de Wagner que no han participado incorporarse al ejército ruso.
Las fuerzas del grupo Wagner han llegado a situarse a solo 200 kilómetros de Moscú, capital de Rusia, según dice el mismo Prigozhin, en el que ha sido uno de los momentos de más debilidad de Putin desde que gobierna en Rusia. A estas alturas se desconoce si se ha llegado a un acuerdo entre el grupo Wagner y el Kremlin, pero de momento las fuerzas armadas de Prigozhin se han parado y volverán a sus campamentos. Según el mismo Prigozhin, todo ha salido "según el plan establecido".
Durante todo el día de hoy La rebelión liderada por Prigozhin ha avanzado rápidamente, con un sorprendente ataque nocturno que ha permitido la ocupación de la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, un centro operativo clave en la guerra de Rusia contra Ucrania. Además, sus tropas han conseguido tomar la ciudad de Vorónej, situada a lo largo de la carretera principal hacia el norte de Moscú, y se estaban desplazando hacia la capital antes de que se parara la marcha después de llegar a un supuesto acuerdo con el Kremlin. Mientras tanto, Ucrania ha aprovechado el caos que se vive en Rusia para iniciar contraofensivas, como la ciudad de Bakhmut.