El Consejo de las Comunidades Lealistas (LCC por sus siglas en inglés), ha anunciado su retirada "temporal" del tratado de paz que marcó el final del conflicto norirlandés, en respuesta a las medidas del Brexit.
En una carta dirigida al primer ministro británico Boris Johnson, el presidente del LCC, David Campbell, ha trasladado sus preocupaciones por las consecuencias del llamado 'Protocolo Irlandés', que gobierna los controles en la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte después del Brexit.
A pesar del tono y el emisor del mensaje, el LCC ha recalcado que la oposición unionista del Protocolo tiene que ser "pacífica y democrática".
Irlanda del Norte sufre las consecuencias del Brexit
En la carta, Campbell expresa la realidad de los norirlandeses, que a raíz del Brexit sufren escaseces de productos importados, controles aduaneros y cargas burocráticas. El acuerdo de 1998, denominado 'Pacto de Belfast' o 'Acuerdo del Viernes Santo', que puso fin a décadas de violencia del conflicto norirlandés, precisamente reguló la frontera entre el Reino Unido e Irlanda. El pacto definió una frontera 'invisible', que en la práctica supuso la eliminación de aduanas y vigilancia entre los dos países.
Eso fue en gran parte posible por el hecho de que los dos países eran parte de la Unión Europea (UE), y que por lo tanto, había libertad de movimiento de productos y personas. Desde la ruptura del Reino Unido con la UE, el Protocolo Irlandés post-Brexit pone en peligro el acuerdo de paz, un acuerdo que ya era frágil, pero que les había servido durante las últimas dos décadas.
Por lo tanto, el LCC ha decidido retirarse del pacto de paz hasta que el Protocolo se modifique, eliminando las cargas burocráticas y las restricciones de movimiento.
Este mensaje llega después de que el Gobierno británico adoptara este miércoles medidas unilaterales para prolongar el periodo de gracia establecido después del Brexit, que ha limitado la burocracia que comporta la circulación de bienes alimentarios agrícolas desde Gran Bretaña hacia Irlanda del Norte.
Las exigencias de los grupos paramilitares
Campbell ha denunciado el maltrato del gobierno británico hacia su país, recordando que Westminster no ha pedido el consentimiento del pueblo norirlandés o sus representantes políticos para la aprobación del Protocolo, en contraste con las negociaciones del Protocolo de Gibraltar, en las cuales la administración de Gibraltar sí estuvo presente.
El organismo LCC, que agrupa varios grupos paramilitares norirlandeses, entre ellos la Fuerza de Voluntarios del Ulster, la Asociación de Defensa de Ulster y el Comando de la Mano Encarnada, han dirigido un aviso al primer ministro británico y a la UE: "si no estáis preparados para honrar la totalidad del pacto entonces seréis responsables de su destrucción".
En febrero, los principales partidos unionistas posicionaron a favor de una propuesta legal para modificar el Protocolo. De momento, también han anunciado que llevarán el Protocolo a los tribunales.