ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
La agresión de Rusia sobre Ucrania continúa, mientras el drama humanitario no se acaba. Ya son más de 100.000 los refugiados ucranianos que han abandonado su país para ir hacia territorio polaco. Allí piensan que estarán más seguros, pero el camino es peligroso. Este sábado se ha difundido por las redes sociales un vídeo que muestra imágenes de pánico entre refugiados ucranianos en la frontera con Polonia. La gente ha empezado a correr después de sentir pistoletazos. Al final, todo se ha quedado en un susto: los guardias disparaban a un dron ruso. No era ningún tipo de aviso o fuego hacia los civiles, únicamente autodefensa contra la agresión de Moscú.
Las imágenes las ha compartido el periodista bielorruso Tadeusz Giczan en Twitter, que muestran "refugiados ucranianos en la frontera entre Ucrania y Polonia" este sábado por la mañana. "El autor del vídeo dice que han tenido que escapar hacia el bosque a causa de tiros. Aparentemente, los guardias ucranianos en la frontera estaban disparando contra un dron ruso", explica. Si bien es difícil oír los tiros en las imágenes, se ve perfectamente como decenas de personas corren por el bosque, escapando de un peligro desconocido. Por suerte, todo se ha quedado en un susto. Con motivo, la gente ha empezado a correr después de oír tiros.
Ukrainian refugees on the Ukrainian-Polish border earlier today. The author of the video says they had to run away into the woods because of gunshots. Apparently, Ukrainian border guards were shooting at the Russian drone. pic.twitter.com/OggsklyHz2
— Tadeusz Giczan �������� (@TadeuszGiczan) February 26, 2022
El viceministro del Interior polaco, Pawel Szefernaker, ha informado este sábado de que la cifra de refugiados ucranianos que han pasado la frontera desde el inicio de la invasión rusa ya supera a las 100.000 personas. La entrada en Polonia se ha producido "en toda la frontera con Ucrania", principalmente por parte de mujeres y niños, aunque también hay hombres que no tienen edad para combatir. Recordamos que las autoridades ucranianas prohibieron la salida del país de cualquier hombre entre dieciocho y sesenta años. La primera decisión de Polonia ha sido abrir el tráfico de personas en todos los puntos fronterizos, que permitió la entrada de 5.000 refugiados en solo dos horas. "Nuestros guardias fronterizos tienen que adaptarse y también reaccionar a la situación del otro lado de la frontera", ha señalado Szefernaker.
El dirigente polaco ha explicado que cada vez más refugiados ucranianos utilizan los puntos de recepción del lado polaco. En las últimas 24 horas, uno de cada diez exiliados. En estos puntos pueden recibir atención médica, comer y también descansar, así como ser trasladados después en buses en centros de acogida temporal a toda Polonia. Todos los países de la Unión Europea se han mostrado dispuestos a recibir a los refugiados, que podrían llegar a ser más de cinco millones si la guerra continúa.
La estación de tren de Przemysl se ha convertido en uno de los principales puntos de entrada en Polonia de refugiados ucranianos. Desde los andenes y las calles adyacentes, el flujo de personas es incesante durante las 24 horas del día. Un dispositivo de unas cien personas (con policías, bomberos, milicianos y voluntarios) reciben la riada de gente con termo de té y cestas de bocadillos. Cuando llegan al edificio, el personal de asistencia acompaña a la gente a una mesa de registro, donde pueden decidir si marcharse hacia alguna ciudad polaca.
Hay muchas personas que ofrecen a los refugiados viajes gratuitos a las principales ciudades polacas en sus propios vehículos, como es el caso de dos amigos bielorrusos que aguantan un cartel en el cual se lee en ucraniano "A Cracovia, sitio para tres personas". "Somos voluntarios, no queremos que nadie nos pague, estamos aquí para ayudar", han explicado a Efe. Igualmente, la gente se puede esperar en la estación, donde las luces permanecen abiertas toda la noche, incluso en la sala de espera habilitada como dormitorio por mujeres y niños donde se acumulan unas ochenta vagas plegables con mantas.
Como la cantidad de gente no ha parado de aumentar, se ha decidido aprovechar la primera planta del edificio para instalar a más vagas por madres con bebés y mujeres embarazadas. Los asistentes sociales no paran de llevar mantas, termo, zumos y comida a las personas que llegan: la cocina improvisada no puede con todo el trabajo acumulado. Eso sí, la organización es excelente. Por ejemplo, cuando alguien utiliza un altavoz para anunciar la marcha de un vehículo hacia Cracovia, se hace un silencio absoluto para poder sentir bien lo que se está diciendo.