La Unión Europea se arremanga y se implica definitivamente de lleno en la guerra contra Rusia. El alto representante de la Unión por los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Josep Borrell, ha anunciado el suministro de armas y la financiación directa del ejército ucraniano. "Ha caído un tabú, que decía que la UE no proporcionaba armas en una guerra. Lo estamos haciendo. Esta guerra requiere que nos impliquemos para dar apoyo al ejército ucraniano", ha afirmado. Después del anuncio del presidente ruso, Vladímir Putin, donde amenazaba Occidente con usar las fuerzas nucleares, la UE ha respondido implicándose, ahora sí ya directamente, en la guerra por la defensa del territorio y la soberanía ucraniana. Además de suministrar armas a las Fuerzas Armadas de Ucrania, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que apretará todavía más el Kremlin cortante la emisión de su principal medio de comunicación, Russia Today.
La escalada de tensión entorno el conflicto ucraniano está llegando a sus límites entre Rusia y Occidente. El envío de armas de la UE en Ucrania certifica el inicio de una nueva etapa donde los países europeos jugarán un rol de defensa y protección del país amenazado por el expansionismo ruso. La UE cierra el espacio aéreo a todas las aerolíneas rusas, pero acogerá a todo el mundo que quiera exiliarse o huir de Ucrania. Además, como ha explicado Von der Leyen, se prohibirá la emisión del principal medio ruso, financiado y dirigido directamente por el Kremlin, Russia Today, y también, de la radio del gobierno ruso, Sputnik. Eso estructura la presión occidental hacia Rusia en cuatro líneas generales: incomunicarlos, aislarlos económicamente, empujarlos al ostracismo y armar en Ucrania. La presión es total y la implicación de la UE a la guerra ya es incuestionable.
El conflicto en Ucrania no desescala, todo el contrario, el presidente ruso, Vladímir Putin, cada vez tensa más la cuerda con Occidente. Hoy ha asegurado que las sanciones contra Rusia por su ataque a Ucrania son "ilegítimas" y ante estas restricciones ha ordenado movilizar y poner "en estado de alerta" todas las fuerzas nucleares. Putin se ha reunido esta mañana con su ministro de defensa, Serguei Shoigu, con el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasiov, para poner sobre la mesa su gran malestar delante de la cual él considera una actitud muy agresiva por parte de los países de la OTAN. El líder ruso ha asegurado que los líderes de esta organización están haciendo "declaraciones agresivas" sobre Rusia y las medidas que están ordenando contra el Kremlin son "hostiles". Es por eso que, como respuesta, y subiendo la apuesta, ha dictado: "Ordeno trasladar las fuerzas de disuasión de Rusia al estado de alerta máximo". Así poniendo en marcha las tan temidas armas nucleares.
Estas grandes sanciones "hostiles" se tratan, principalmente, de la desconexión de los bancos rusos del sistema internacional de pagos SWIFT. El acuerdo entre los Estados Unidos, la Unión Europea, el Canadá y el Reino Unido, ha sido una medida económica muy contundente y casi sin precedentes, que desconectará estas entidades del sistema financiero internacional y que dañará su capacidad de operar globalmente. De esta manera se restringe la posibilidad de liquidar activos rusos en el extranjero.