El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha acusado de "injerencia" y "manipulación" a la justicia francesa en relación con la condena que impuso al vicepresidente e hijo del jefe del Estado ecuatoguineano, Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, por blanqueo de 160 millones de euros obtenidos ilícitamente en su país.
En octubre de 2017 Teodorín fue condenado a tres años de cárcel exentos de cumplimiento salvo en caso de reincidencia, así como a una multa de 30 millones de euros. Pero mientras en primera instancia la multa de 30 millones estaba igualmente exenta de cumplimiento, ahora la justicia francesa sí que le exige a Teodoro Obiang Nguema Mangue que pague ese dinero.
Los jueces franceses fijaron igualmente una indemnización de 25.000 euros para la ONG Transparencia Internacional, que estuvo en el origen de las denuncias que desembocaron en la acusación contra Teodorín y que se había constituido en acusación internacional.
En un comunicado firmado por el primer ministro, Francisco Pascual Obama Asue, el Ejecutivo guineano ha manifestato "su repulsa ante los actos de injerencia en los asuntos de jurisdicción interna" del Estado ecuatoguineano "por parte de los tribunales franceses". "La supuesta víctima de tales delitos, si los hubiere, sería el pueblo de Guinea Ecuatorial. Por tanto, los tribunales franceses carecen de competencia ni mucho menos de legitimidad jurídica para conocer este asunto", ha agregado el jefe del Gobierno del pequeño país centroafricano situado en el golfo de Guinea, un territorio que mantiene un bajísimo nivel de desarrollo humano a pesar de la gran riqueza petrolera.
El Gobierno de Guinea mantiene un contencioso con Francia, también, en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, por un edificio de la avenida Foch que, según la justicia francesa, pertenecía a Teodorín y que el gobierno guineano alega que tenía funciones diplomáticas.
Por su parte Teodorín ha anunciado que recurrirá la pena ante el Tribunal Supremo, con lo que el pago de la multa quedará suspendido hasta que haya sentencia firme.
Teodorín ya ha tenido contenciosos de este tipo en múltiples países: en Estados Unidos llegó a un acuerdo con la fiscalía por el que le fue embargada su mansión de Miami; en Brasil sus equipajes fueron decomisados por introducir cantidades astronómicas de dinero sin declarar; 25 coches de lujo de Teodorín fueron subastados por las autoridades suizas; un yate del hijo del dictador, valorado en 380 millones de euros, fue retenido por las autoridades holandesas...