El acuerdo por el alto el fuego entre Hamás e Israel ha estado a punto de colapsar después de que el gobierno de Benjamin Netanyahu decidió no cumplir su parte y liberar a los 600 presos que tenía que dejar en libertad el pasado sábado, después Hamás dejara en libertad seis rehenes, como estaba previsto. Israel anunció el domingo que la liberación de presos quedaba aplazada hasta que se garantizara la de los próximos rehenes y hasta que Hamás acabara con las ceremonias humillantes de propaganda que realiza antes de entregarlos a la Cruz Roja, y en represalia por haber entregado un féretro que no contenía el verdadero el cuerpo de Shiri Bibas y después de acusar a Hamás de haber asesinado los pequeños sus hijos pequeños, Ariel y Kfir, "con sus propias manos".
Finalmente, gracias a las negociaciones que se han llevado a cabo en El Cairo, Hamás e Israel realizarán este jueves el intercambio "de manera simultánea" y a través de Egipto, lo cual permite salvar in extremis el acuerdo de alto el fuego antes de completar la primera fase que finaliza este sábado. Los cadáveres que tienen que ser entregados este jueves son los de Itzik Elgarat, Shlomo Mantzur, Ohad Yahalomi y Tsahi Idan, todos ellos secuestrados durante los ataques del 7 de octubre, si bien las autoridades israelíes solo han confirmado oficialmente la muerte de Mantzur.
Compromiso de Hamás
"Se ha llegado a un acuerdo para resolver la cuestión de la liberación tardía de los prisioneros palestinos que tenían que ser liberados a la última tanda", ha anunciado Hamás en un comunicado. "Serán liberados simultáneamente con los cuerpos de los prisioneros israelíes acordados para trasladarlos durante la primera fase, además de un número equivalente de mujeres y niños palestinos", añade. Según un funcionario Israelí, como informa a The Times of Israel, Hamás se ha comprometido a no realizar ceremonias durante la liberación de los cuatro rehenes asesinados, aunque hay que esperar que cumpla este compromiso, dado que recuerda que también había dado garantías similares antes de la liberación de la familia Bibas y el cuerpo del octogenario Oded Lifshitz, que no se cumplieron.
Negociaciones en El Cairo
Según Hamás, el acuerdo se ha conseguido durante las reuniones que su delegación, encabezada por Khalil al-Hayya, ha mantenido en El Cairo con funcionarios egipcios. "La delegación dirigente de Hamás reafirmó su clara posición sobre la necesidad de un cumplimiento pleno y preciso de todos los términos y fases", ha añadido el comunicado de la organización terrorista. El gobierno israelí, sin embargo, desconfía de las promesas de Hamás, y se mantiene la incertidumbre de lo que pasará a partir de ahora, una vez acabe la primera fase del acuerdo, que ha durado 42 días, y que Netanyahu quiere prorrogar 42 días más.
Según fuentes israelíes, Hamás tendrá tres opciones a partir de la finalización de la primera fase del acuerdo. La primera, aceptar las condiciones israelíes, lo cual implica el desarme del grupo miliciano, el exilio de sus líderes y la renuncia a su control sobre Gaza. La segunda opción es seguir liberando rehenes de manera gradual a cambio de prisioneros palestinos, lo que extendería el alto el fuego, y la tercera opción, es reanudar el conflicto armado, lo que significaría el fin del acuerdo y un retorno a la guerra total. En caso de que Hamás opte por reanudar el conflicto armado, Israel ya ha dejado claro que la respuesta militar será todavía más contundente de lo que ha estado durando los 15 meses de guerra.