Un terremoto de magnitud 4,4 en la escala de Ritcher ha sacudido en la madrugada de este jueves la ciudad italiana de Nápoles y otras localidades próximas. El pánico se ha extendido entre los ciudadanos, muchos de los cuales han abandonado sus casas en plena noche ante el temor de quedar sepultados bajo los escombros. Ha sido el seísmo más potente de los últimos cuarenta años en los Campos Flégreos, un área volcánica a solo diez kilómetros del Vesubio. La proximidad con la montaña volcánica que sepultó Pompeya en el año 79 d.C. ha hecho saltar las alarmas por el riesgo de que el terremoto pueda provocar una erupción. De momento, esta posibilidad ha quedado descartada, ya que las autoridades italianas han explicado que no existen señales de erupción a corto plazo.

El seísmo no ha provocado grandes desperfectos, más allá de la caída de escombros sobre varios vehículos. De hecho, el único daño importante notificado ha sido en Pozzuoli, donde los bomberos han intervenido después de que se hundiera el techo de una casa y han rescatado a un civil que ha resultado ligeramente herido. El resto de personas atendidas por los servicios de urgencias presentaban un cuadro de ansiedad derivado de la tensión vivida. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), que ha situado el origen del terremoto a dos kilómetros de profundidad de la superficie, lleva décadas estudiando el área de los Campos Flégreos para delimitar el riesgo de erupción del Vesubio. Un equipo de investigadores del organismo analizó la evolución de la actividad sísmica en el territorio entre 2000 y 2023 e identificó una relación exponencial entre la elevación máxima de la caldera y el número acumulado de acontecimientos sísmicos.

El coordinador de la investigación del INGV, Augusto Neri, explicó que esta relación exponencial "se puede interpretar como un deterioro progresivo de las propiedades mecánicas de la corteza más alta de los Campos Flégreos". El estudio acabó en 2023, pero los investigadores añadieron datos actualizados "hasta finales de octubre de 2024". En este sentido, otra investigadora del organismo, Flora Giudicepietro, aseguró que el análisis "confirma que las tendencias y las relaciones identificadas en el periodo 2000-2023 todavía son válidas. Eso significa que a medida que aumenta la velocidad de elevación, también aumenta la probabilidad de terremotos en los Campos Flégreos". Por lo tanto, aunque el último seísmo no haya provocado que el Vesubio estalle, la amenaza de más temblores en el futuro podría aumentar el riesgo de erupción.

El seísmo sí que ha provocado que las autoridades hayan cerrado las escuelas para evaluar posibles daños estructurales. El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, ha declarado que "son horas de mucha actividad. Estamos controlando todo el territorio, pero por ahora se observan problemas graves". Sin embargo, el tráfico ferroviario de la región se ha visto afectado, con la suspensión de la línea que va de Nápoles a Literno, así como retrasos en otras conexiones.