Los heridos ya se cuentan por miles a los suburbios de Beirut y en otros puntos del Líbano y Siria controlados por Hizbulá, después de que este martes explotaran centenares de dispositivos buscapersonas de los miembros del grupo terrorista. Según ha comunicado el Ministerio de Salud libanés, la cifra de muertos ya se elevaría hasta las 15 personas, y el ministro Firass Abiad asegura que hay 2.800 heridos, 200 de ellos graves. El ministro de Salud también ha confirmado que entre los muertos habría una niña de ocho años. El medio internacional Al Jazeera ha recogido la denuncia del gobierno libanés que asegura que los dispositivos habrían sido pirateados y detonados en un ataque coordinado por Israel.

Las redes sociales son llenas de fotos y videos de los suburbios del sur de Beirut, donde se muestran a personas tendidas en el suelo con heridas en las manos o cerca de los bolsillos de los pantalones. Los hospitales del sur del Líbano se encuentran colapsados y las autoridades ya han hecho un llamamiento en todo el personal médico para que se personen en sus centros urgentemente y han pedido a la población que facilite el transporte de ambulancias a las carreteras.

El embajador iraní se encuentra entre los heridos por las explosiones

Mojtaba Amani ha resultado herido junto con dos miembros más del servicio diplomático, y han sido trasladados a un hospital de la capital, Beirut, según ha avanzado la agencia iraní de noticias Mehr. La embajada ha confirmado Amani no ha sufrido heridas graves, pero el hecho que el embajador figure entre las víctimas, amenaza con exacerbar las tensiones entre Israel e Irán.

Las explosiones no se han producido solo en territorio libanés, puesto que varios miembros libaneses del grupo terrorista en Siria también han sido trasladados a hospitales de Damasco y sus alrededores, después de que sus buscapersonas explotaran, al mismo tiempo que lo hacían el resto en el Líbano. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, habría catorce personas heridas. El grupo terrorista apunta a Israel como responsable de las explosiones de los dispositivos 'busca', que los miembros de Hizbulá usaban para comunicarse entre ellos.