Al menos 10 miembros de la familia del líder político de Hamás, Ismail Haniye, entre las cuales se encuentra su hermana, han muerto en un bombardeo ejecutado por el ejército de Israel contra el campamento de refugiados de Shati, situado en la ciudad de Gaza, según ha informado el diario palestino Filastin —vinculado a Hamás. De momento, Haniyeh no se ha pronunciado sobre el nuevo ataque, dos meses después de que Israel matara en tres de sus hijos y cuatro de sus nietos en otro bombardeo en Gaza. Ismail Haniye vive autoexiliado en Qatar desde hace años, pero su familia vive en el campo de refugiados de Shati.

Bombardeos en Gaza

En paralelo, al menos 12 personas han muerto en un segundo bombardeo contra una escuela que hace funciones de refugio para desplazados forzosos por los ataques de Israel en el centro de Gaza. Israel ha reconocido la autoría de los ataques a Shati y que ha atacado un edificio en el campamento y otro en la zona de Darj Tupá, también en el norte de Gaza, que "eran utilizados por terroristas de la organización terrorista Hamás". En este sentido, han detallado que "los terroristas operaban desde las instalaciones de una escuela que la organización usaba como escudo para sus actividades terroristas".

Israel ha detallado en un comunicado que "los terroristas estaban implicados a planificar muchos planes terroristas contra Israel y algunos participaron en la retención de rehenes y participaron en la masacre del 7 de octubre". Además, han apuntado que para llevar a cabo el ataque se hicieron "inspecciones desde el aire" y se utilizó "armamento preciso" para reducir los daños a los no implicados. "La organización terrorista Hamás viola de manera habitual el Derecho Internacional y usa de manera sistemática los edificios civiles y la población civil como escudos humanos para sus acciones terroristas contra el Estado de Israel", ha añadido el ejército israelí. Con todo, no ha dado explicaciones sobre las identidades de los muertos en el bombardeo ni ha confirmado si la hermana del líder del brazo político del grupo islamista palestino figura entre ellos.

Puerta abierta a un acuerdo

Después de casi 9 meses de guerra, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró en una entrevista a última hora del domingo que está "preparado para un acuerdo parcial" con Hamás para conseguir el retorno de parte de los rehenes que continúan secuestrados en Gaza, pero insistió en que no pondrá fin a la guerra hasta destruir al grupo islamista. "Estamos obligados a seguir luchando después de una pausa para conseguir nuestra meta de destruir a Hamás", defendió al líder israelí, en su primera entrevista en un medio hebreo desde el 7 de octubre. Sobre la guerra, el primer ministro dijo que el escenario de alta intensidad de la guerra acabará y será "muy pronto".

Netanyahu recibió a una gran cantidad de críticas por haber defendido la intención de mantener el conflicto y no llegar a una tregua. Poco después de la emisión de la entrevista, la oficina del primer ministro envió un comunicado aclarando que "es Hamás quien se opone al acuerdo, no Israel". Y añadió, el "primer ministro ha dejado claro que no abandonaremos Gaza hasta el retorno de los 120 rehenes, vivos y muertos".