Los rebeldes hutís de Yemen, grupo paramilitar islamista con presuntos vínculos con Irán —también son mayoritariamente de la rama chií del Islam—, han amenazado este sábado con atacar todo barco que se dirija a Israel, independientemente de su nacionalidad, como respuesta a la cruenta ofensiva del Ejército israelí sobre territorio palestino. Todo esto, en medio de la escalada de ataques y secuestros de barcos comerciales en el Mar Rojo por parte de este grupo insurgente, que a principios de semana interceptaron un destructor estadounidense y varios barcos comerciales.

El portavoz militar de los hutís, Yahya Sarea, ha indicado en un comunicado que los insurgentes "impedirán el paso de barcos de cualquier nacionalidad que se dirijan a la entidad sionista", en referencia a Israel, y "se convertirán en un objetivo legítimo", a no ser que lleven alimentos y medicinas a la Franja de Gaza. "Por la seguridad de la navegación marítima, advertimos a todos los barcos y empresas que no traten con los puertos israelíes", ha afirmado el portavoz del grupo islamista yemení, que ya volvió a declarar la guerra a Israel en el marco del nuevo avivamiento del conflicto palestino-israelí y anunció la voluntad hutí de debilidad el Estado judío tanto como fuera posible a través de este tipo de acciones hostiles.

Contra el "enemigo sionista"

Asimismo, Sarea reafirma el "pleno compromiso" de los hutís "con la continuación del movimiento comercial global a través del Mar Rojo y Arábigo para todos los barcos y todos países, a excepción de los barcos vinculados a Israel o que transporten mercancías a puertos israelíes". Como es habitual, Sarea ha argumentado la implementación de esta medida "como resultado del continuo compromiso del enemigo sionista con perpetrar horribles masacres, guerras genocidas y el asedio contra nuestros hermanos de Gaza".

Ataques continuados a barcos israelíes y estadounidenses en el Mar Rojo

Después del nuevo estallido de la guerra en la Franja de Gaza, los hutís han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel y también contra barcos con la bandera de Israel o propiedad de empresas israelíes en el Mar Rojo. Asimismo, el 19 de noviembre también confiscaron el barco Galaxy Leader y lo desviaron hacia el puerto yemení de Al Salif, donde permanece hoy día con sus 25 tripulantes de diferentes nacionalidades. El navío tiene bandera de las Bahamas, está registrado a nombre de una compañía británica que lo tenía arrendado a una compañía japonesa y, según la prensa israelí, pertenece parcialmente al magnate israelí Rami Abraham Unger, involucrado en el negocio de la marina mercante. El domingo pasado, los rebeldes hutís del Yemen protagonizaron una nueva acción hostil hacia los barcos amigos de Israel que transitaban por el Mar Rojo: atacaron con misiles y drones un destructor de los Estados Unidos, el USS Carney, y varios barcos comerciales, entre los cuales había un barco mercante británico.