El ala militar de Hamás, las Brigadas de Ezedín al-Qassam, y al menos otros cuatro grupos armados palestinos cometieron numerosos crímenes de guerra y de lesa humanidad durante el ataque a Israel el pasado 7 de octubre de 2023 donde murieron casi 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes, según un informe de Human Rights Watch (HRW) publicado este miércoles. La investigación de HRW ha concluido que el asalto liderado por Hamás "estaba diseñado para matar a civiles y tomar a tantas personas como fuera posible como rehenes", según ha indicado la directora de crisis y conflicto del grupo, Anada Sawyer, en su último informe. Así pues, la organización humanitaria reclama que el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya tenga en cuenta no solo a Hamás, sino al resto de facciones a la hora de investigar los hechos. El informe 'No puedo borrar toda la sangre de mi mente: el asalto de grupos armados palestinos del 7 de octubre en Israel', HRW señala que los islamistas tenían como objetivo a civiles: asesinato deliberado de personas detenidas, tratos crueles e inhumanos, violencia sexual y de género, toma de rehenes, mutilación y saqueo de cadáveres, uso de escudos humanos y saqueo y pillaje.
Ataques a civiles
Human Rights Watch ha recordado que el principio básico del derecho humanitario es que todas las partes implicadas en un conflicto tienen que distinguir en todo momento entre combatientes y civiles "que nunca tienen que ser el objetivo de un ataque". En este sentido, la organización destaca que 815 de las 1.195 personas asesinadas aquel día eran civiles. Y de los 251 secuestrados en el asalto —de los cuales 116 siguen en Gaza, 42 de ellos muertos—, la mayoría son civiles. HRW, que ha estudiado el ataque para elaborar el informe, con testimonios de víctimas, familiares, equipos de asistencia y expertos médicos, así como más de 280 fotografías y vídeos del asalto, ha apuntado que los ataques no fueron "una ocurrencia tardía, un plan fallido o actos aislados". "Las autoridades de Hamás respondieron a las preguntas de HRW asegurando que ordenaron a sus fuerzas no atacar a civiles y no desviarse de los derechos humanos y el derecho humanitario", indica HRW, que asegura "haber encontrado pruebas que indican lo contrario".
En los vídeos del asalto, se ve a los milicianos buscando activamente a civiles y asesinándolos, quedando probada la intencionalidad de los ataques y de la toma de rehenes, que "fue planeada y altamente coordinada". HRW reclamó una mayor investigación para poder probar otros crímenes, como la persecución de grupos identificables por motivos raciales, étnicos o religiosos o la comisión de violaciones u otros actos de violencia sexual. En este sentido, la organización ha identificado por parte de los milicianos crímenes como someter a la desnudez forzada a los rehenes o la difusión de imágenes sexualizadas sin su consentimiento, pero no encontró información verificable al hablar con las secuestradas, sus familiares o testimonios, sobre violaciones. Además, HRW pidió acceso a la información sobre violencia sexual al gobierno de Israel, que se negó a atenderlos.
Aparte de Hamás, en los ataques del 7 de octubre también participaron integrantes de los brazos armados de la Yihad Islámica (las brigadas Al Quds), del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (las brigadas de Omar en el Qasim), del Frente Popular para la Liberación de Palestina (brigadas del Mártir Abu Ali Mustafa) y del partido Fatah (las brigadas de los Mártires de En el Aqsa). Los pudieron identificar gracias a los distintivos que llevaban los combatientes y el análisis de las reivindicaciones publicadas por cada grupo en las redes sociales. Una de las conclusiones del informe, es que no fueron los civiles de Gaza "los que perpetraron los peores abusos".
Crímenes por parte de Israel
El informe de HRW también ha destacado que Israel cometió crímenes contra la humanidad al perpetrar un castigo colectivo contra la población de Gaza después de los ataques, definido por el corte de los servicios esenciales y la limitación de la entrada de ayuda humanitaria en la Franja, donde ya han muerto más de 38.700 palestinos por la ofensiva militar. Y ha señalado que el castigo "agrava el impacto de los más de 17 años de cierre ilegal de Gaza por parte de Israel" país al que ha acusado de cometer "crímenes de apartheid y persecución contra los palestinos". HRW ha hecho un llamamiento a respetar el derecho humanitario y ha reclamado a las milicias palestinas de Gaza liberar "inmediata e incondicionalmente a los civiles que mantienen como rehenes".
El pasado 20 de mayo, el fiscal jefe de la CPI solicitó órdenes de arresto para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los líderes de Hamás, Yahya Sinwar, Ismail Haniye y Mohamed Deif. Deif fue objeto de un ataque israelí el sábado en Mawasi, sur de la Franja de Gaza, sin que se haya confirmado su muerte.