Las grietas de la UE vuelven a hacerse notar a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Después de semanas de tregua, el gobierno húngaro ha vuelto a desmarcarse de Bruselas y dice que votará en contra el sexto paquete de sanciones contra el régimen de Vladímir Putin, ya que "hundiría" la seguridad energética de su país, qué depende mucho del petróleo ruso. "El gobierno, de esta forma, no puede aprobar de manera responsable el nuevo paquete" de sanciones, ha afirmado este miércoles el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, a los medios. El ministro responde así a la propuesta del bloque comunitario de embargar totalmente el petróleo proveniente de Rusia en los seis próximos meses, aunque Hungría y Eslovaquia obtendrían un año y medio para hacer la transición. Según Budapest, se trata de "poco tiempo" de margen para cumplir con la normativa europea. Al materializarse lo amenaza, sería la primera vez que Hungría vota en contra un paquete de sanciones desde el estallido de la guerra, aunque ha rechazado enviar ayuda militar y ha tratado de mantenerse neutral en el conflicto.
La cadena "se hundiría del todo"
Cuando parecía que el visto bueno de Berlín facilitaría la unidad de la UE para sancionar Moscú, Hungría abandona el barco y apuesta otra vez por la neutralidad ante Rusia. Szijjártó ha reiterado a los medios que el abastecimiento energético de Hungría "actualmente es estable" y que el sexto paquete de sanciones contra Rusia "lo hundiría del todo". Y es que, a estas alturas, Hungría importa el 60% del petróleo y el 85% del gas que utiliza de Rusia. El Gobierno del ultraderechista Viktor Orbán, posiblemente el mejor aliado en la Unión Europea de su homólogo ruso, Vladímir Putin, ya se negó a entregar armas en Ucrania, accedió a pagar el gas ruso en rublos, e incluso prohibió que los envíos de material bélico pasaran por su territorio. Por su parte, Szijjártó ha asegurado hoy que Hungría solamente podrá aceptar el nuevo paquete de sanciones si el transporte de petróleo por oleoductos queda fuera de las restricciones.
Sexto paquete de sanciones
La Comisión Europea propone conceder en Hungría y Eslovaquia un año más que en el resto, hasta el 31 de diciembre de 2023, para detener las importaciones de petróleo ruso, según consta en su propuesta para el sexto paquete de sanciones en Moscú, informa a Efe. El borrador de la CE dice que el periodo de retirada más amplio para estos dos países se debe a su "situación geográfica", porque no tienen salida al mar, así como a su alta dependencia del crudo ruso. El plan del Ejecutivo comunitario, entre otros, implica prohibir las importaciones de petróleo crudo ruso seis meses después de la entrada en vigor de las nuevas sanciones, mientras que en el caso del petróleo refinado el plazo se amplía a ocho meses. Por su parte, Polonia ha vuelto a recibir gas a través de uno de los tres gasoductos que conectan con Rusia esta semana después de que Moscú les cerrara el grifo para negarse a pagar con rublos, según ha informado este miércoles el diario ABC.